Superchicas del Presidente
Aciertos y errores de las mujeres de las que depende la gestión de Mauricio Macri.
Las
tres mujeres que ilustran la foto principal de esta nota le dieron al presidente Mauricio Macri muchos éxitos y algunos problemas. Ahí está el ejemplo de Gabriela Michetti, con quien él conquistó la jefatura de Gobierno porteño en el 2007 y la Presidencia en el 2015. Pero la actualidad judicial de la vicepresidenta generó cortocircuitos hacia dentro de Cambiemos. Uno de los más recientes enojos con ella es que por culpa de la causa derivada del robo de los 50.000 dólares y 245.000 pesos en su casa hace un año dejó a la intemperie a las fundaciones que rodean al PRO. El juez Ariel Lijo imputó a los titulares de esas fundaciones por lavado de dinero. Las complicadas son: Pericles, del asesor presidencial Fabián “Pepín” Rodríguez Simón; Fundar Seguridad y Justicia, del secretario de Seguridad Eugenio Burzaco; Creer y Crecer, del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y Formar, del ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
TSUNAMI. Cada vez que Elisa “Lilita” Carrió habla, es imposible medir las consecuencias que puede generar. Es la única integrante del gobierno de Cambiemos que tiene la dualidad de legitimar la gestión del Presidente y a la vez generarle conflictos institucionales. Lo último que hizo tras su regreso a la escena pública fue denunciar a Luis Barile, Pablo Popik y Luis Sureda, tres funcionarios del Ministerio de Energía, por negociaciones incompatibles con la función pública. Los funcionarios habrían eximido a empresas de su aporte para garrafas sociales. Esta movida de Carrió dejó mal parada a otra chica PRO, Laura Alonso, la titular de la Oficina Anticorrupción, quien tiene a más de 30 funcionarios en la mira por irregularidades, pero aún no denunció a ninguno. El paso al oficialismo aplacó la belicosidad que tenía cuando era opositora.
La última semana de Carrió fue intensa. Tuvo reuniones con Macri en la Quinta de Olivos y con ministros. Cenó con María Eugenia Vidal y hasta se tomó un café con Gustavo Arribas, el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el organismo que hace unos meses ella pidió disolver. Allí hablaron de la mirada de “Lilita” sobre los servicios de Inteligencia e incluso de Silvia Majdalani, la subdirectora de los espías, a quien Carrió le enrostra, cada vez que puede, su relación con Francisco Larcher, el ex subsecretario de Inteligencia K, íntimo amigo de la espía PRO. Al parecer, antes de terminar la reunión, fumaron la pipa de la paz.
HEIDI. En la cena de Carrió con Vidal se habló del reemplazo de María del Carmen Falbo por Julio Conte