El lápiz rojo de Trump
Quiere eliminar programas sociales, bajar partidas en salud, medio ambiente, ciencias y artes. Pero prevé más gasto militar.
El presidente Donald Trump planea efectuar múltiples recortes en el presupuesto estadounidense. Las partidas de unos 62 programas (mayormente vinculados a la salud, la educación y la asistencia social), serían eliminados en el 2018, adelantó ya Mick Mulvaney, director presupuestario de la administración Trump. La poda que se presentará oficiamente ante el Congreso en mayo va mucho más allá del Obamacare, “contendrá los planes para eventual- mente borrar el déficit de Estados Unidos”, señaló Mulvaney. La deuda pública de EE.UU. es actualmente de US$ 20 billones y se acrecienta anualmente en US$ 500.000 millones (en 2016 llegó al 76% del PIB).
RECORTES. Mulvaney explicó los alcances del plan preliminar presupuestario de 1.150 bimillones de dólares que plantea el gobierno con la firme idea reiteró de "reducir el déficit".
Este presupuesto tendrá que ser aprobado por el Congreso y seguramente, desatará un fuerte debate entre republicanos y demócratas. Este primer borrador presentado la semana pasada beneficiaría al Pentágono con un aumento de 54.000 millones de dólares para sus gastos, mientras que otros departamentos y agencias sufrirían drásticos recortes de personal y programas.
Según el Centro para Prioridades Presupuestarias y Políticas (CBPP), la propuesta perjudicará principalmente a la gente que Trump dijo que serian sus prioridades: las familias pobres y de clase media, mientras que los más ricos recibirán más recortes de impuestos.
El plan sólo abarca fondos "discrecionales", es decir gastos que fluctúan año tras año, según disponga el Congreso, en contraste con los obligatorios que conforman la primera categoría de gastos, y que son fijos.
Los programas y departamentos federales serían "castigados" con recortes de más del 20% para el año fiscal 2018, que comienza en octubre próximo.
También se propone la eliminación de burocracia menos conocidas como el Programa Internacional McGovernDole para la Educación, el Programa de Detección de Disruptores Endócri-
nos y la Fundación Interamericana. Además propone aumentar la cuota de la TSA en los billetes de avión, preserva la misión de Marte, pero recorta la Ciencia de la Tierra, el estudio de los viajes de asteroides, y muchas áreas educativas.
"No todos los programas desaparecerían de la noche a la mañana. La corporación para la Radiodifusión Pública que ahora recibe US$ 485 millones al año, podría obtener algunos fondos federales en 2018”, explicó Mulvaney minimizando la medida. Pero el recorte de Trump alcanza a cientos de programas y agencias con porcentajes de hasta el 50%, como ocurre con la Agencia de Protección Ambiental.
En el Departamento de Agricultura se hará un recorte de US$ 4.700 millones, o un 21% menos que en el año fiscal 2017. Se trata del presupuesto para la agencia encargada de programas de subsidios agrícolas y cupones de comida para gente pobre, además de hacer cumplir las leyes y reglamentos que rigen las condiciones laborales en el campo (el recorte presupuestario al agro totalizará unos 17.900 millones de dólares) AFUERA. Pero para decenas de agencias y programas más pequeños, el recorte sería del 100 %: becas en bloque para el desarrollo comunitario; el programa de Asistencia de Climatización; el programa de Asis- tencia de Energía para Hogares de Bajos Ingresos; la dotación nacional para las artes; la corporación para la Radiodifusión Pública; todo sería eliminado si el Congreso adopta el presupuesto de Trump.
También cae bajo la guadaña el programa McGovern-Dole de Alimentos para la Educación (unos 200 millones de dólares): Mulvaney asegura que este “almuerzo escolar del Tercer Mundo” carece de pruebas de que está siendo implementado efectivamente para reducir la seguridad alimentaria.
Vuelan los programas de capacitación laboral para jóvenes pobres y para personas de edad avanzada, y la Administración de Desarrollo Económico (US$ 221 millones), a la que Obama consideró alguna vez como “la única agencia del gobierno federal con una misión y programas centrados exclusivamente en el desarrollo económico". El presupuesto de Trump dice que tiene "impactos mensurables limitados y duplica otros programas federales".
El Departamento de Educación sufre los recortes en el programa de Apoyo a la Instrucción Efectiva (US$ 2.400 millones): la Casa Blanca dice que el programa es "mal dirigido y esparcido por miles de distritos con escasa evidencia de impacto". Y desaparece el subsidio Oportunidades Educativas Suplementarias (US$ 732 millones) que ayudaba con US$ 4.000 al año a estudiantes universitarios con necesidades financieras. En total en Educación se eliminan 20 programas y subvenciones que se considera que “pueden y deben ser financiados desde el sector privado”. Aunque algunas sean absoluta responsabilidad estatal, como el programas de Alfabetización Comprensiva de los Lectores (US$190 millones), cuyas becas están dirigidas a estudiantes con discapacidades.
POBRES. El presupuesto Trump planea recortar 10.900 millones de dólares al financiamiento de conferencias y gastos discrecionales sobre "Cambio Climático" y la asistencia de Energía para Hogares de Bajos Ingresos ($3.400 millones) que subvencionaba la luz a personas de bajos ingresos. Tambien se achican las partidas para Vivienda y Desarrollo Urbano: 13% menos para gente de bajos recursos que con
esos fondos financiaba la compra y contrucción de sus viviendas.
En Salud desaparecen los programas de capacitación de enfermería (403 millones de dólares) porque "carecen de evidencia de que mejoren significativamente la fuerza de trabajo de salud de la nación”.
Algunos analistas consideraron que este plan tiene cosas positivas como "no aumentar deuda, buscar ahorros en duplicidades y subvenciones in- útiles, eliminar programas sin contenido efectivo y acabar con las redes clientelares de algunos elementos internacionales". “Estos recortes son los mayores de la historia de EEUU desde Ronald Reagan" afirman desde la administración Tump.
DEFENSA. Con estos recortes, igualmente, “el presupuesto fiscal en el año 2018 no estará equilibrado", reconocen en la Oficina de Gestión y Presupuesto.
Y esto se debe fundalmentalmente al aumento del 9,27% para el año que viene en defensa, lo que supone unos 54.000 millones de dólares (el mayor aumento para el Pentágono desde los atentados del 11-S, hace 15 años). Trump calificó la decisión de "acontecimiento emblemático" y "un mensaje al mundo, en estos tiempos peligrosos donde Estados Unidos necesita demostrar fortaleza, seguridad, y determinación".
De ese incremento, la Armada se lleva alrededor de un tercio; el Ejército una cuarta parte; la Fuerza Aérea un 20%; e Inteligencia militar unos 80.000 millones de dólares anuales. Esas cifras, además, no incluyen el presupuesto de la CIA (que suele rondar los 40.000 millones de dólares), ni la NASA, ni del Departamento de Energía (más de 50.000 millones).
El Departamento de Defensa de EE.UU. (recibe 6 de cada 10 dólares del gasto), que había sido criticado por sobrefacturar 600 dólares por una bombita de luz, e invertir 43 millones de dólares para construir una gasolinera en Afganistán, fue sancionado en la era Obama por ocultar al Congreso “sobreprecios administrativos” por 25.000 millones de dólares .
Pero la guerra contra el Estado Islámico (ISIS) es el justificativo para el incremento millonario.