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Montonero PRO:

El titular del INDEC fue parte de la guerrilla peronista. Cree que en el macrismo “pocos lo saben”. Su pelea con “la Orga”.

- JUAN LUIS GONZÁLEZ jlgonzalez@perfil.com @juanelegon­zalez

entrevista a Jorge Todesca, el titular del INDEC que en los 70 fue parte del ala política de la guerrilla peronista. “Fue mi peor error”, dice.

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¿Nunca le hicieron n algún comentario o una críticaa en el Gobierno?

Todesca: ¡Creo que pocos saben! ben! Después de esta nota seguro me van a decir algo.

El director del INDEC tira esa respuesta y se ríe en tono bajo, agriduldul­ce. Tiene muy asumido los añoss de plomo y, aunque ahora se lo tomaoma con algo de humor, no olvida la “tragedia”, como él la llama. Hasta ahora, hora, la persona que Mauricio Macri eligió ligió para liderar el tormentoso organisani­smo era conocido por ser uno de e los pocos que se le plantó a Guillermo rmo Moreno, el ex secretario de Comermerci­o durante el kirchneris­mo, y poror su paso por los gobiernos de Alfonsín sín y Duhalde. Como él mismo asegura, ura, ni siquiera muchos políticos con n los que hoy comparte el espacio saben aben que perteneció a una de las agrupaupac­iones más grandes y beligerant­esntes de la historia del continente. Tampoco aparece si se lo busca en Wikipedia: sin embargo, Jorge Todesca esca respondió durante más de tres años a la cúpula de Montoneros, y ocupócupó un importante cargo como segundo undo dirigente de la Juventud Peronista nista de la Regional 1, la división del peronismo revolucion­ario más numerosaro­sa del país que dependía de “La Orga”.rga”. El único montonero PRO hablaa por

primera vez.

LA GLORIOSA. “Los mejores recuerdos que tengo son de mi época en la JP. Montoneros fue el peor error de mi vida”. Todesca se vio atrapado en la vertiginos­a década de los setenta, en esos años donde todavía se fantaseaba despierto un sueño que terminó en pesadilla. A tono con la velocidad de aquel momento, pasó de militar en 1971 en una pequeña agrupación barrial llamada “17 de octubre”, que tenía una unidad básica en Beccar, a sumarse a la Juventud Peronista y convertirs­e en un cuadro importante en 1973 con sólo 27 años. Para las primeras elecciones democrátic­as de los setenta era una figura de peso y organizaba movilizaci­ones –“llegamos a mover 500 micros”– y la campaña de Héctor Cámpora. “Para 1973 Todesca ya se había constituid­o como uno de los popes de la Regional 1 de la JP, que respondía directamen­te a Montoneros", dice Facundo Giampaolo, historiado­r del peronismo. Todesca, que dentro de la regional manejaba directamen­ta la zona norte de la ciudad y Buenos Aires, incluso fue invitado a las dos ásperas reuniones que Montoneros mantuvo con Perón, meses antes de romper con él, donde el economista conoció al General. “Su tarea era meterse en los medios de comunicaci­ón para difundir el punto de vista de la Orga”, dice un alto ex dirigente montonero. Dante Gullo, ex diputado y líder máximo de la Regional 1, aporta: “Queríamos ser jóvenes libres. Jorge era un compañero comprometi­do: vivíamos con mucha intensidad ese momento”. Tanto Todesca como su superior inmediato fueron designados en la Regional como reemplazos del histórico Rodolfo Galimberti, a quien Perón había desairado en público.

TRAGEDIA. El actual director del INDEC estaba en la Plaza cuando Perón los echó. “Nunca había visto tanta gente junta llorando”, recuerda. Desde entonces, la descomposi­ción política y personal de Todesca se aceleró. Fueron años durísimos para él. A uno de sus grandes amigos, compañero del secundario, lo asesinaron en 1975 fuerzas paramilita­res: él se hizo cargo de sus dos hijos y con el correr del tiempo entabló relación con la viuda del fallecido. 41 años después siguen juntos y hoy, además de los dos niños que adoptó, es la madre de su hijo. El mayor conflicto llegó cuando, durante el gobierno de Isabel Perón, Montoneros decidió volver a la clandestin­idad y endurecer su postura armada. “Nos dejaron flotando y se hundieron como un submarino”, dice Todesca, todavía con bronca. Para todos los miembros “visibles” relacionad­os a Montoneros la vida se convirtió en un infierno. Todesca, que el día que se enteró por los medios de la decisión de la cúpula de encarar la polémica Contraofen­siva organizó decenas de fletes y autos para ocultar a sus compañeros, comenzó a criticar abiertamen­te a las autoridade­s de “la Orga”. Ex militantes todavía recuerdan la solicitada que distribuyó públicamen­te, donde criticaba a la “elite burocrátic­a” de Montoneros que había huido al exterior y dejaba a miles de personas expuestas en el país. “No tuve lugar seguro para vivir. Si me encontraba Montoneros no sé qué hubiera pasado”.

El economista se exilió a mediados del '76 en México. Allí vivió varios años. Cuatro décadas después forma parte de un Gobierno que cuando habla de los setenta parece estar en las antípodas de lo que pensaba él de joven. Para el director del INDEC no hay una contradicc­ión. “Son cosas del pasado, hoy la realidad es otra”.

NOTICIAS: ¿Los desapareci­dos fueron 30.000?

Todesca: Esa discusión me eriza la piel. Si hubieran sido uno o 100.000 sería lo mismo: fue una tragedia. Ni a nivel personal ni político cultivé jamás el odio.

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FOTO: NÉSTOR GRASSI. MEA CULPA. “Montoneros fue el peor error de mi vida”, dice Todesca. Su mujer es la viuda de un compañero.
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MARCHA DEL 24. La convocator­ia por el aniversari­o del golpe se convirtió en un acto antimacris­ta. Todesca no quiere polemizar sobre el número de desapareci­dos.
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REVOLUCION­ARIO. Una imagen suya en el diario de Montoneros, "El Descamisad­o". Su nombre de guerra era "Quique". Terminó enfrentado a la conducción de Firmenich.

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