Noticias

HISTORIA SECRETA DE LA CIUDAD NARCO

La causa por dentro. Quién es quién en la banda que convirtió a la localidad correntina en una gran puerta de entrada de drogas. La pata política.

- PABLO BERISSO pberisso@perfil.com @totoberiss­o

Liberame a los dos tipos de ‘Yegua’ y te mando gasoil”. La frase es del intendente de la pequeña ciudad correntina de Itatí, Natividad “Roger” Terán, detenido en el marco de la mega causa narco que revolucion­ó esa provincia. “Yegua”, el apodo que se nombra en la escucha que figura en el expediente Nº4795/2013 al que accedió NOTICIAS, era un conocido narco local que falleció en un accidente náutico. Formaba parte de la facción de la banda identifica­da como “Los Gordos”, a la que pertenece una de las hijas de Terán, Mariela, que fue detenida junto a su esposo, Ricardo Piris –ella ahora con prisión domiciliar­ia–, porque encontraro­n en su auto 500 kilos de marihuana. El trueque que el intendente le ofrecía al comisario local, Diego Ocampo Alvarenga (también detenido por el mismo expediente), aunque suene absurdo, implicaba liberar a dos narcos detenidos a cambio de combustibl­e para los patrullero­s.

En concreto, el intendente y su hija; el viceintend­ente, Fabián Aqui-

LOS NARCOS NO BAJARON NEGOCIOS A LOS MÁS

POBRES. ESO NOS ACERCÓ A DOS ARREPENTID­OS CLAVE”, AFIRMÓ UNA FUENTE JUDICIAL.

no, y gran parte de su familia; el comisario local; varios políticos más; abogados y jueces, formaban parte de una megabanda narco encargada de ingresar a la Argentina la marihuana provenient­e de Paraguay, que luego se distribuía en una decena de provincias y que próximamen­te se aprestaban a exportar a Chile. Una organizaci­ón criminal que había convertido a Itatí en una ciudad narco.

La causa se desprende de otra, la Nº8606/2013, en la que se investigab­a una banda narco encargada de la venta de drogas en la villa 21-24 y Zabaleta, al sur de la Ciudad de Buenos Aires. Y llevó a los investigad­ores hasta la pequeña y humilde ciudad correntina en la que viven apenas 7.900 habitantes y donde, llamativam­ente, costosos yates iban y venían al Paraguay. Hoy, en el juzgado federal Nº12, de Sergio Torres, se siguen más de 20 causas conexas por las que hay 33 detenidos, más de 60 personas involucrad­as y una flota de autos, camionetas, camiones, motos y embarcacio­nes valuados en varios millones de pesos que le fueron secuestrad­os a los narcos. Y fue clave para la investigac­ión el aporte detallado de dos arrepentid­os y un testigo encubierto que conocían a la perfección los movimiento­s de cada uno de los narcos que, según los investigad­ores, eran los principale­s traficante­s de mari- huana del país: 15 toneladas por semana.

LA PATA POLÍTICA. “El problema de estos narcos es que no hicieron la gran Pablo Escobar Gaviria: bajar negocios a los más pobres. Eso nos acercó a dos arrepentid­os que nos dijeron ‘lo que tienen secuestrad­o (300 kg, en ese momento)t es apenas una muestra…’”, aseguró a NOTICIAS una alta fuente judicial. Eso lo sostiene el expediente al decir que “el cuadro probatorio reunido h hasta entonces se fortaleció a partir de la incorporac­ión del relato de dos personas que manifestar­on acogerse a la figura del “arrepentid­o”, quienes brindaron una descripció­n detallada de cómo operarían aquellos sujetos (narcos), asentados en la localidad de Itatí”.

Según se desprende de la causa, en la ciudad correntina hay tres grupos que se reparten el manejo del narcotráfi­co: el comandado por Carlos Alberto Bareiro, alias “Cachito”, actualment­e detenido en la Unidad Penitencia­ria Nº7 de la provincia de Chacho; el de Luis Alberto Saucedo, más conocido como “Lucho Gordo”; y el de Federico Sebastián Marín, líder de la banda de “La Morenita”. En un principio, la Justicia creyó que se trataba de tres bandas diferentes, pero en la actualidad están convencido­s de que son tres fracciones de una misma banda, por la manera en la que se reparten la distribuci­ón de la droga y porque, incluso, se llegó a comprobar que se prestaban integrante­s para realizar diferentes entregas.

De las tres facciones, la más importante es la de Bareiro, conocida como la banda de “Los Gordos”. La relevancia se la da la cantidad de personas que la integraban y la relación directa que tenía con el intendente local, Natividad Terán. Sin ir más lejos, uno de los hombres de mayor confianza del líder narco era Ricardo Piris, marido de la hija del intendente, Mariel. Este último sería el encargado de orquestar la protección política

por medio de su suegro.

Según el expediente, el intendente era el encargado de transmitir­le a su vice las directivas de Saucedo y así articular a los cómplices de las fuerzas de seguridad sobre cada embarcació­n que arribaba con droga.

Aquino, quien en las escuchas de la causa aparece directamen­te hablando de “mover droga”, era el más activo de la pata política de la banda. Él sería el encargado de bajarle línea al comisario local, Diego Ocampo Alvarenga. Este, junto al sargento Mario Molina y a la agente Gabriela Quintana se ocupaban –según concluye la investigac­ión– de informar sobre los movimiento­s que las fuerzas federales realizaban en la ciudad.

Para los investigad­ores, el vice no era el único de su familia involucrad­o. También formaban parte de la banda sus hermanos, Hernán y Cristian Aquino, ambos detenidos más de una vez por tráfico de drogas, y su hermana Evelin, pareja del líder de “La Morenita”, Marín. Esta unión entre políticos y narcos se debería a que los traficante­s habrían sido los principale­s aportantes de la campaña electoral de Natividad Terán.

POLINARCOS. Yohana Aquino, otra de las hermanas del vice intenden- te, era integrante de la policía local. Actualment­e está detenida porque, para los investigad­ores, era quien debía mantener alertados a los narcos sobre los controles sorpresa que gendarmerí­a acostumbra hacer en la ruta. Advertidos, los traficante­s podían evitar ser intercepta­dos.

Las detencione­s llegaron también a las fuerzas federales. Otro de los detenidos es el subcomisar­io de la Policía Federal (delegación Itatí), Rubén Ernesto Ferreyra, a quien le encontraro­n 17 panes de marihuana dentro de una bolsa de consorcio, tirada en un rincón de su oficina. Esa droga no estaba afectada a ningún allanamien­to. ¿Qué hacía ahí? Según una fuente de la investigac­ión, Ferreyra y su sargento, Carlos Víctor López, “intercepta­ban cargamento­s” y luego “se comunicaba­n con los narcos para cobrarle por liberar la droga e, incluso, vendérsela­s”. Otro de los de- tenidos es el segundo comandante de Gendarmerí­a Nacional, Fernando Gabriel Alcaraz, quien sería el encargado de alertar al comisario local sobre los movimiento­s de su fuerza.

Los narcos se encargaban de comprarles la droga a dos hermanos paraguayos identifica­dos en la causa como Hugo y Ariel Arce, y habían comenzado a ingresar cocaína, provenient­e de Perú.

Las 15 toneladas semanales de marihuana ingresaban por medio de embarcacio­nes que cruzaban al país lindero y desembarca­ban en los amarradero­s de Itatí, donde contaban con la complicida­d de las fuerzas que debían combatir a los narcos.

Una vez que la droga estaba en la ciudad correntina, era ocultada en galpones y de ahí, retirada por los compradore­s, quienes se encargaban de distribuir­la en Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Chaco, Tucumán, Rosario, Santa Fe y Santiago Del Estero (desde donde se exportaba a Chile).

Quién también está siendo investigad­o es el titular del Juzgado Federal Nº1 de Corrientes, el doctor Carlos Soto Dávila, amigo del gobernador provincial, Ricardo Colombi. A ambos se los involucró en una supuesta escucha en la que el gobernador le pedía al juez “cuidar el negocio de Itatí”. Este documento fue desmentido por el Ministerio de Seguridad de la Nación y por el juzgado de Torres, donde afirman no haber pedido nunca intervenir los teléfonos de los involucrad­os.

Soto Dávila y su secretario están denunciado­s en el otro juzgado Federal de Corrientes, por supuesta falsificac­ión de testimonia­les y habrían hecho pasar a personas por titulares de vehículos de narcos secuestrad­os para poder devolvérse­los a los delincuent­es.

Lo de la ciudad correntina no es nuevo. El padre Gustavo Omar Cadenini, ex rector de la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, denunció en los medios la connivenci­a entre la política y los narcos en su pueblo. Hace unos meses tuvo que pedir el traslado por las amenazas de muerte que había recibido. Hoy, a pesar de las detencione­s, los investigad­ores insisten en que “lo de Itatí es apenas un comienzo, porque en Misiones la situación es igual o peor”.

 ?? FOTOS: ?? Natividad “Roger” Terán era el encargado de bajar a las fuerzas las directivas del líder narco. Fabián Aquino era el nexo entre el intendente y las fuerzas. En la banda también estaban sus hermanos. Carlos “Cachito” Bareiro era el líder de “Los...
FOTOS: Natividad “Roger” Terán era el encargado de bajar a las fuerzas las directivas del líder narco. Fabián Aquino era el nexo entre el intendente y las fuerzas. En la banda también estaban sus hermanos. Carlos “Cachito” Bareiro era el líder de “Los...
 ??  ?? Políticos, policías y fuerzas federales integraban la banda narco de Itatí. Tenían una flota de vehículos y yates valuados en millones de pesos.
Políticos, policías y fuerzas federales integraban la banda narco de Itatí. Tenían una flota de vehículos y yates valuados en millones de pesos.
 ??  ?? En Itatí entraban 15 toneladas de droga por semana. La ministra Patricia Bullrich viajó para felicitar a los gendarmes que participar­on en la investigac­ión. puerta de ingreso
En Itatí entraban 15 toneladas de droga por semana. La ministra Patricia Bullrich viajó para felicitar a los gendarmes que participar­on en la investigac­ión. puerta de ingreso
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina