Peligro aéreo:
Varios países le habían prohibido operar. Los pasajeros, con las valijas entre las piernas.
el accidente aéreo en Cuba volvió a hacer sonar las alarmas sobre los riesgos de las empresas aerocomerciales en la región. Controles laxos y advertencias desoídas. Rentabilidad versus seguridad.
Otra
tragedia aérea en la región, el fantasma de la falta de controles y el caso omiso a las advertencias sobre los riesgos del precario estado de las aeronaves se reiteran. Un año y medio después de que el avión de Lamia se desplomara en Colombia, un Boeing 737 de la compañía mexicana Global Air, pero alquilado por la aerolínea Cubana de Aviación, se precipitó en La Habana.
El saldo de 111 pasajeros muertos, entre ellos dos argentinos, Dora Cifuentes y su esposo Oscar Almarás, representa no sólo el siniestro aéreo más grande de Cuba en 29 años, sino que deja en evidencia los problemas que enfrenta el transporte aerocomercial en América latina.
AVI SOS. El avión siniestrado ya había sido objeto de quejas e investigaciones en otros países por motivos de seguridad. El Boeing 737-200 pertenecía a la compañía mexicana Damojh (cuya razón social es Global Air) y, desde hacía menos de un mes, había comenzado a ser alquilada por la compañía cubana. Durante 2017 había volado para la empresa hondureña low cost, “EasySky” y cubría la ruta entre La Habana y Georgetown (capital de Guyana). Sin embargo, las autoridades del país sudamericano le revocaron el permiso de volar luego de que un inspector descubriera que los pasajeros viajaban con las maletas entre sus piernas .
Esta no fue la única advertencia. Ya en 2013, el piloto Marco Aurelio Hernández había denunciado falta de mantenimiento en el avión de Global Air. De hecho Chile le prohibió circular en su espacio aéreo. Además, Ovidio Martínez, otro piloto de Cubana de Aviación, aseguró que había tenido problemas con el Boeing 737 de Global Air ya en 2011.
Sin embargo, a pesar de que los avisos eran varios, el avión tenía permiso del gobierno mexicano para volar y había pasado exitosamente una verificación de seguridad en noviembre de 2017. Más aún, Global Air llegó a ser el chárter que transportó al plantel de River en México.
Es que Global Air logró cumplir con el Reglamento Aeronáutico Latinoamericano (LAR) una legislación muy permisiva que surgió gracias al lobby de las empresas. La implementación de esta normativa es la que se está tratando de imponer en la Argentina y que tiene a los gremios aeronáuticos enfrentados con el Ministerio de Transporte. “El LAR sólo busca ydegradar los controles que ejerce el Estado en la seguridad”, afirman desde la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA). Desde la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) manifestaron la misma preocupación.
Mientras empieza la investigación para saber qué pasó, las nubes cpueblan el horizonte del futuro de la aviación latinoamericana.