Restaurantes:
Refinería. El chuletón de ternera y el cochinillo son sus platos emblemáticos, de excelente calidad y muy sabrosos.
Refinería. Rawson 443, Rosario, Santa Fe. 0341 438-4500. Cocina de producto / parrilla. De lunes a sábado de 20.15 al cierre. Martes a viernes de 12.15 a 15. Reservas. Tarjetas. Menú mediodía: $ 380. Precio promedio a la carta: $ 600.
Rosario está cada día más linda o será que los porteños, ombliguistas como somos, sólo recordamos cuando volvemos que existe una (otra) ciudad argentina tan completa? Hay maravillosos museos y centros culturales, riqueza arquitectónica, buenos restaurantes y bares –algunos, como Chinchibira y La Gintonería, marcan tendencia nacional– y ese río imponente, el Paraná, cuya costa invita a largos paseos. Paradojas de la Argentina: la pesca de río –surubí, dorado, pacú– debería abundar, pero no es el caso. Salvo en Refinería, bastión gastronómico de la ciudad, en Rosario es raro encontrar buen producto local.
El chef de Refinería, Carlos Avalle, nos presenta sus productos con orgullo: un surubí fresquísimo, hecho simplemente a la plancha para conservar intacto su sabor, y además gírgolas, arvejas y espárragos recién cosechados. Formado en cocinas de España e Inglaterra, y en grandes hoteles como el Hyatt, Avalle sabe que lo regional y estacional hacen al espíritu de una buena gastronomía. Con esta filosofía, junto a su hermano Miguel, a cargo del servicio, remodelaron en 2008 esta casona del siglo XIX con patio y galería, posicionando rápidamente a su restaurante como uno de los mejores de Rosario.
Aquí la parrilla no podía f a l t a r, c l a r o . El chuletón de ternera y el cochinillo son sus platos emblemáticos, de excelente calidad y muy sabro- sos, pero sin dudas hay opciones más interesantes. En su carta se lucen una reconfortante sopa de cabutia al rescoldo con mejillones fritos; la panceta ahumada braseada con puré de batata y menta; y la pesca, mucha pesca, como el pacú a las brasas, el mero a la plancha con spaghetti al pesto, y el dorado con puré de calabaza y lemongrass. Las pastas, caserísimas y en preparaciones son una muy buena opción. Postres como el strudel de pera especiado y el volcán de dulce de leche, sostienen calidad de la carta hasta el final.
El barrio que le da nombre, Refinería, surgió en torno a la primera fábrica de azúcar refinada del país. De tradición obrera, hoy forma parte de la ambiciosa reconversión urbana que está haciendo brillar a Rosario.