Volcanes y ciencia:
Hallan que el calentamiento global aumenta la frecuencia y la furia de las erupciones.
hallan que el calentamiento global aumenta la frecuencia y la furia de las erupciones.
La peor erupción del Volcán de Fuego en los últimos 44 años sacudió Guatemala, dejando al cierre de esta edición 70 muertos y una cantidad incierta de personas desaparecidas. Ya a fines del 2017, decenas de miles de personas habían sido evacuadas en Bali cuando el volcán Agung comenzó a escupir cenizas y el nivel de su magma, a elevarse.
Aunque la actividad volcánica en el planeta es rutinaria y normal, nuevos estudios científicos sugieren que el cambio climático afectaría la frecuencia con la que se producen las erupciones: estas últimas aumentan a medida que los glaciares se derriten. Publicada en la revista especializada Geology, una investigación tomó como centro de estudio las erupciones ocurridas en Islandia hace entre 4.500 y 5.500 años, período durante el cual el clima de la Tierra se enfrió y los glaciares crecieron.
De acuerdo con Graeme Swindles, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), los investigadores reconstruyeron la línea de tiempo de la actividad volcánica examinando el registro de erupción de Islandia y, por otro lado, registraron cuánta ceniza ha- bía caído en Europa durante dichas erupciones. Descubrieron entonces que el número de erupciones había disminuido “significativamente” a medida que el clima se iba enfriando y el hielo se expandía. "Hay un gran cambio en el registro en la época del Holoceno medio, donde no vemos cenizas volcánicas en Europa y muy pocas en Islandia", explica Swindles. "Esto parece superponerse con una época en la que las condiciones climáticas son frías, lo que habría favorecido el avance glacial en Islandia", agrega. De acuerdo con el investigador, hubo un retraso de aproximadamente 600 años entre el avance de los glaciares y la disminución de la actividad volcánica. "Eso es porque lleva mucho tiempo formar masas de hielo", aclara.
Cuando los glaciares se expanden, todo ese hielo ejerce una inmensa presión sobre la superficie de la Tierra. "Puede afectar el flujo de magma y los vacíos y lagunas en la Tierra donde el magma fluye a la superficie, así como la cantidad de magma que la corteza puede contener", dice Swindles. Cuando los glaciares retroceden, la presión se eleva y la actividad volcánica aumenta. "Después de que se eliminan los glaciares, la presión de la superficie disminuye, y los magmas se propagan más fácilmente a la superficie y, por lo tanto, entran en erupción", explica Swindles.
Esto es lo que él y su equipo encontraron al analizar lo sucedido cuando la Tierra volvió a calentarse y los glaciares se derritieron: encontraron que hubo más cantidad de erupciones. Nuevamente vieron un desfase temporal, esta vez entre el derretimiento del hielo y el incremento en la actividad volcánica. Según los investigadores, cuando las erupciones volcánicas ocurren en períodos más fríos y cubiertos de hielo, parecen ser de menor magnitud. Y, por el contrario, a medida que el clima se calienta las erupciones parecen hacerse más grandes. Para Swindles, los cambios en la cobertura de los glaciares que su equipo estudió son similares en magnitud a lo que la Tierra probablemente experimentará debido al calentamiento provocado por la actividad de los seres humanos.
Según un estudio, cuando las erupciones volcánicas ocurren en períodos más fríos y hielos abundantes, son de menor magnitud.