Restaurantes:
Puerta del Inca. Un espacio sofisticado y relajado a la vez, con una mesa para 12 personas en el medio del salón, un sector al aire libre y una barra bien surtida.
Puerta del Inca. Bolívar 373, San Telmo. 5217 5323 / 5217 5322. Cocina peruana. Lunes a jueves de 12 a 24. Viernes de 12 a 01. Sábados de 20 a 01. Reservas. Tarjetas. Menú mediodía: $ 370. Precio promedio a la carta: $ 600. Es tal el festival para los sentidos de la cocina peruana, que atravesó a los carnívoros argentinos desde que se instaló en Buenos Aires. Muchos cocineros peruanos emigraron a nuestro país para asentar las bases de su gastronomía, y algunos empresarios con buen instinto, como Alfredo Sansone, se subieron a la ola. Creó la marca Ceviche con gran éxito, la franquició, se sumó a otros emprendimientos de raigambre peruana, y hoy volvió a apostar al Perú con Puerta del Inca.
Está ubicado en el histórico pasaje Belgrano, donde hoy además se encuentra Casa Lepage, un hotel lleno de arte con- temporáneo, con piezas arqueológicas recuperadas en las excavaciones del lugar. El restaurante es un espacio sofisticado y relajado a la vez, con tan buen ambiente que no sólo se llena los mediodías. Tiene una mesa para 12 personas en el medio del salón, un sector al aire libre y una barra bien surtida donde el bartender Gastón “Tonga” Rodríguez, deslumbra con especiali- dades donde el pisco es el gran protagonista.
Lo mejor son las entradas, con clásicos como los ceviches (cremoso, con dados de salmón rosado marinado en jugo de lima, crema de ají amarillo, chips y maíz frito), causa limeña (rellena de pollo y mayonesa de apio), y anticucho de langostinos (el tradicional es de corazón, pero ¿qué mejor que aprovechar el buen producto argentino?).
Los platos de fondo, como llaman en Perú a los principales, tiene un estilo de cocina anticuado, con preparaciones demasiado complejas y poco sutiles que opacan el sabor del producto. Un ejemplo es el lenguado del Inca, un filet de lenguado cocinado al vapor con langostinos en salsa de hinojo al anís que viene dentro de una costra de hojaldre con, además, puré de papas cremoso, todo servido en una caracola fosilizada. Entre tantos ingredientes, el sabor del lenguado brilla por su ausencia.
Para el mundial, Puerta del Inca instaló dos pantallas gigantes, sumó almuerzos ejecutivos en horario extendido, y happy hour de cócteles. Este es el primer mundial de Perú en 36 años así que, sobre todo en sus fechas, seguro va a estar animado.