Libros: “Augusto Schiavoni: Artista visionario argentino”, de Iván Rosado.

“Augusto Schiavoni: Artista visionario argentino”, de Iván Rosado, 93 págs. $ 290.

Durante varias décadas (entre los 50 y los 80), algunos rosarinos se sentían sofocados por la entonces falta de salida al río de la ciudad. Cuando la masa de cemento (fría en invierno y muy caliente en verano) los sofocaba, tenían un recurso secreto. Aplastados, sudorosos o contracturados, se escurrían hasta el museo Castagnino y miraban cualquier cuadro de Augusto Schiavoni que estuviera en exhibición. El premio máximo era ver “Con los pin- tores amigos”, su enorme obra maestra. Schiavoni, después de estudiar con dos maestros locales, pudo viajar a Florencia, a formarse durante tres años con el aporte académico de un profesor italiano. Cuando volvió se sumergió en sí mismo, usó solo lo que le servía para su visión personal de los conocimientos académicos, y se quedó fijo en el antipolo céntrico: el barrio de Saladillo. El sello Iván Rosado ha editado textos e imágenes del arte rosarino. En este caso se trata de un libro muy original, más bien la reconstrucción, a través de numerosos textos, del “caso Schiavoni”, alguien reconocido como un dotado absoluto para el color y la composición por los primeros pocos pares, después cada vez más. Pero también alguien considerado más de una vez “pintor ingenuo” En realidad más de un conocedor auténtico lo considera el “miglior fabbro”. Fueron fundamentales para que se sintiera mínimamente acompañado algunos de los que aquí figuran: Emilio Petorutti y Gustavo Cochet, por ejemplo. Más tarde siguieron los que trataron de arrancarlo de la oquedad del intenso aislamiento: Juan Battle Planas, Juan Grela G., Juan Pablo Renzi. O lo más nuevos: Rubén Echagüe, Leo Chiachio, Xil Buffone y otros. . El Yin y el Yang de los grandes creadores.