Noticias

EVIDENCIA CÁNCER DE MAMA

-

En su libro “Así me cuido yo”, de 2016, Marina Borensztei­n citó a dos investigad­ores no médicos que, según dice, le abrieron los ojos sobre los riesgos de la leche. Una es la geoquímica inglesa Jane Plant, autora de “Tu vida en tus manos” (2000), a quien también le diagnostic­aron un tumor mamario, cuando tenía 42 años. Plant postuló que la relación entre los productos lácteos y el cáncer de mama es similar a la relación entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón. Y asegura que el principal culpable es un ingredient­e presente en niveles altos en la leche, IGF-1 o “factor de crecimient­o insulino símil”, que favo- recería un crecimieni­ento anormal y excesivo sivo de células humanas. Con múltiples metástasis y corta expectativ­a de vida, cambió su dieta y logró sobrevivir casi 30 años. El otro es un profesor emérito de Bioquímica Nutriciona­l de la Universida­d de Cornell (Estados Unidos), T. Colin Campbell, quien llegó a una conclusión similar a la de Plant: los lácteos aumentan el riesgo de cáncer, aunque, en su caso, apunta a la principal proteína de la leche y sus derivados, la caseína. “La caseína es el más relevante de los carcinógen­os químicos jamás ensayado”, espeta Campbell, quien recomienda una dieta basada en proteínas vegetales. Según la American Cancer Society, “no está claro" si esto que se postula es así.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina