Música: como tantas veces, Joan Manuel Serrat volvió a la Argentina. Esta vez, para hacer un “da capo” con su enorme álbum “Mediterráneo”.
Como tantas veces, Joan Manuel Serrat volvió a la Argentina. Esta vez, para hacer un “da capo” con su enorme álbum “Mediterráneo”. Serrat publicó “Mediterráneo” en 1971. Mucha agua pasó, antes y después, por debajo de los puentes. Sin embargo, sigue siendo uno de los más importantes álbumes de canciones de habla hispana.
Porque lo hizo en una época madura y fresca a la vez y en un gran momento como intérprete, Porque empezó a demostrar que la alta poesía, aunque se hablara de cosas tan cotidianas como el amor y el desamor, podía ser también masiva, fuera por inspiración de grandes escritores o de su propia y muy talentosa pluma. Porque se había liberado ya de una presión nacionalista que lo cuestionaba por haber elegido el castellano para ampliar sus horizontes y podía exhibir a sus anchas su inspirada bilingualidad. Porque se rodeó de una orquesta sinfónica arreglada y dirigida por tres grandes como Juan Carlos Calderón, Gian Piero Reverberi y Antoni Ros-Marbà. Y porque daba finalmente el puntapié de gracia a ese repertorio que desde esos tiempos empezamos a lla- mar “de cantautor”.
Serrat llegó a sus 74 años en sus sólidos talones después de haber atravesado algunos serios problemas de salud. Se asoció para giras y discos con otros colegas como Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén o Miguel Ríos, entre otros. Dedicó canciones y discos completos a musicalizar poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández, Ernesto Cardenal, Rafael Alberti, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Eduardo Galeano y tantos más. Hizo canción española y catalana, pero también tradujo o reinterpretó a otros cantantes en portugués e releyó tangos y boleros. Pasó de sus sonidos sinfónicos y acústicos del comienzo a sus grupos más cercanos al pop de las últimas décadas. Se mostró siempre cercano al comentario sobre las cuestiones sociales y políticas, algo muy bien valorado por acá. Y claro, con semejante obra, no todo tuvo la misma solidez ni los resultados fueron siempre equivalentemente brillantes.
Pero estamos con “Me- diterráneo”, al que Serrat decidió dedicarle un “da capo”, un retomar desde ese principio que él también reconoce como maravilloso.
Y así fue, en el inicio de una seguidilla de 11 fechas en el Gran Rex más otras en el interior, con una banda codirigida por Ricard Miralles y José Mas Kitflus en la que sobresale la violista Uixi Amargos. Cantó completo el disco homenajeado y alcanzó lo sublime con “Pueblo blanco” y “Vencidos”. Hizo “La mer” de Charles Trenet en francés, en una auténtica rareza. Y agregó unas cuantas de lo mejor de su cosecha: “Cantares”, “Menos tu vientre”, “Para la libertad”, “Plany al mar”, “Penélope”, “Romance de Curro el Palmo”, “No hago otra cosa que pensar en ti” y “Fiesta”, como siempre para sus finales, y para lograr precisamente eso frente a un público que está entre los más fieles del mundo.