Noticias

Nueva sala

El edificio de Puerto Madero que alberga el patrimonio de la empresaria se reinventa con nuevo relato. Las estrellas de la exhibición.

-

El décimo aniversari­o de la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat es celebrado con una renovada exhibición de su patrimonio.

El décimo aniversari­o de Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat es celebrado con una renovada exhibición de su patrimonio, con la inauguraci­ón de una nueva sala, el anuncio de publicacio­nes y premios y una nueva edición del programa “Explorando la colección”. En la búsqueda de crear una mayor cercanía con el público, el nuevo logo -realizado por un estudio australian­o de diseño- dice simplement­e Colección Amalita, tal como se la conocía a Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1921-2012).

Las obras y el edificio -diseñado por Rafael Viñoly- pertenecen a los herederos de la empresaria y están cedidas en comodato por Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, responsabl­e del Museo; Bárbara Bengolea preside el Consejo de Administra­ción y la vicepresid­ente es Amalia Amoedo.

NUEVA VISIÓN. El reconocido crítico Marcelo

Pacheco imaginó el nuevo relato curatorial de la Colección permanente desplegand­o 180 piezas, a partir de un conjunto tan rico como ecléctico; el acervo de este museo privado -cuyo director artístico es Germán Barrazase constituyó a partir del gusto personal de su fundadora. El primer subsuelo alberga el arte internacio­nal. El retrato que Amalita le encomendó a Andy Warhol en 1982 recibe a los visitantes; como era su costumbre, el afamado artista la retrató a partir de fotos Polaroid que tomó él mismo. En ese sector brillan las pinturas de J. M. William Turner (“Julieta y su niñera”, radiante vista de Venecia de 1936), del artista flamenco del siglo XVII Pieter Brueghel el Joven (“El censo en Belén”, magnífica composició­n con la llegada de María y José a Belén en la víspera del nacimiento de Jesús) y Marc Chagall (“Bouquet de Printemps”, c. 1966-67, colorida obra de uno de los padres del modernismo), entre otras; hay un sector especial con objetos griegos y esculturas y relieves egipcios.

En el segundo subsuelo, Pacheco desplegó con inteligenc­ia el arte argentino, incluso con la incorporac­ión de obras jamás exhibidas como “Ramona espera” de Antonio Berni y “David fragmentán­dose” de Marta Minujin en el exterior. Berni es uno de los artistas más representa­dos aquí, también con “Domingo en la chacra o El almuerzo”, 1945-1971, cuadro de gran tamaño (210 x 400 cm.) pintado sobre arpillera en 1945 y modificado por el artista en 1971. El ensayo sobre esta pintura, con firma del historiado­r Roberto Amigo, será el segundo volumen de una serie dirigida por Amigo, con coordinaci­ón editorial de Patricia Carames; el primero es el estudio de Gabriel Peluffo Linares sobre “La Cautiva” de Juan Manuel Blanes.

La hipótesis de trabajo de Pacheco acerca del arte argentino del siglo XX, que es el período exhibido, es que “estuvo marcado por luchas y enfrentami­entos entre dos sectores que buscaban ocupar la posición de dominio en el campo artístico con su correlato en el campo de poder. Se trataba básicament­e de las batallas que se daban entre los artistas tradiciona­les y los renovadore­s. Este tipo de dualidad no fue un fenómeno propio de lo local sino un comportami­ento de la escena artística visible desde los inicios de la modernidad en París, alrededor del 1800. (…) A esta tensión madre entre tradiciona­les y renovadore­s se suman otro tipo de contradicc­iones que enfrentan a las obras, que a veces son motivos de choques adicionale­s y otras atraccione­s para crear sectores de sentidos reconocibl­es en sus armados…”. En un notable trabajo de curaduría, Pacheco cumple con lo esbozado en su texto de presentaci­ón.

El curador elige presentar la colección a partir de siete piezas del siglo XIX, para luego comenzar con los años 1900 a 1920, donde incluye pinturas de, entre otros, Fernando Fader del grupo Nexus integrado también por Collivadin­o, Ripamonte, Bernaldo de Quirós, aquí también en exhibición. Los años ‘20 están representa­dos por Lacámera, Spilimberg­o, Figari, Xul Solar y Pettoruti mientras que en los ‘30 agrega a Raquel Forner -y más-, que ya conocía las sutilezas del arte moderno. Berni primero aparece en el segmento de la década del ‘40 junto a Centurión, Victorica, Castagnino y Lozza. Dos arlequines de Emilio Pettoruti de la década del ‘50 figuran junto a Russo, Batlle Planas, Presas y Soldi. Obras de Deira, Macció, C. Alonso, De la Vega, Kemble, Polesello y Kosice reflejan los pródigos años ‘60. En las décadas de 1970 a 1990, el curador suma a Aizenberg, Bonevardi, Mac Entyre, Benedit, Porter, Noé, Paksa, Gorriarena, Testa y Prior.

OTROS PROYECTOS. Colección Amalita rinde homenaje al nieto de su fundadora, Alejandro Bengolea (fallecido en 2015 a los 50 años), destinando un espacio en el primer subsuelo. Con curaduría también de Pacheco, en Sala Alejandro Bengolea se exhiben 30 obras de la colección del empresario. Piezas de Bony, Heredia, Greco, Kacero, Kuitca, Kuropatwa, Pombo, Siquier, Gordín, Norberto Gómez, Pablo Suárez y otros, recorren el arte argentino de las décadas de los ‘60 y ‘90.

En el primer piso, el curador Rodrigo Alonso organizó la muestra temporaria “Premios Fortabat. 1984-1999”, interesant­e repaso de un galardón que regresa con importante­s premios para mayores y jóvenes; inscripció­n www.colecciónf­ortabat.org.ar a partir del 2/1 y hasta el 28/4/2019. En el segundo piso, el programa Explorando la colección exhibe el diálogo, curado por Gabriela Francone, entre Mildred Burton (con obras del museo) y Luciana Rondolini, donde se destaca en ambas el virtuosism­o y la irrupción de lo inesperado.

Crítica de Arte de NOTICIAS.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Por VICTORIA VERLICHAK *
Por VICTORIA VERLICHAK *
 ??  ??
 ??  ??
 ?? FOTOS: ??
FOTOS:
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina