Daniel Hadad:
el blanqueo del empresario de medios que quiere enterrar su pasado K. Nuevos socios cercanos al macrismo. Los números de Infobae y su rutina en Punta del Este. “El Gobierno tiene una cuota de infantilismo”, dice.
Daniel
Hadad comenzó el 2018 con una duda. Quería saber cuánto gasto le representaba su helicóptero. Hizo las cuentas y el monto le pareció obsceno, por lo que en marzo decidió venderlo. Luego se arrepintió. Ahora está mirando otras opciones más económicas para volver a despuntar ese hobby, que, según él, le sirve como “desconexión”.
Desde que dio sus primeros pasos como periodista en la década del ‘80 hasta hoy, Hadad hizo una fortuna que le permitió darse esos gustos aeronáuticos. Sin embargo, durante esos años de acumulación también construyó una carrera llena de polémicas que incluso lo llevaron a ganarse el desprecio de colegas, empresarios y políticos. Su nombre estaba asociado a la falta de escrúpulos y al “vale todo” en pos de lograr los objetivos. En los últimos años decidió darle un giro a su carrera y comenzó a trabajar por el mejoramiento de su imagen. Su pelea con el kirchnerismo, aunque tardía, le dio el impulso para poder despegarse de la imagen de un empresario periodístico que ponía sus medios a disposición del oficialismo de turno para poder hacer más y mejores negocios. Hoy le- vantó el perfil como nunca. Se paseó por programas de televisión del prime time en largas (y condescendientes) entrevistas. Y se muestra en eventos sociales contando anécdotas sobre los aprietes que sufrió por parte de los K, omitiendo los primeros ocho años de la "década ganada", cuando creó la señal de noticias C5N, que, por su nivel de “oficialitis” era llamada, con sorna, “Cristina 5 Néstor”.
Lo cierto es que a los 57 años, Hadad busca dar el gran salto y pasar a ser un empresario respetado. Que su polémico pasado de a poco se vaya olvidando y quede eclipsado por el éxito de sus nuevos productos. En este incesante lavado de imagen, el último proyecto en el que se embarcó es producir contenidos para Netflix. Sus socios en el emprendimiento son dos conocidos del universo macrista,
Benjamín “Beto” Vijnovsky y Carlos Gorosito (ver recuadro). Pero además está enfocado en que Infobae.com se consolide en México, Colombia y Uruguay, donde su trayectoria es casi nula. Un empresario explica la nueva faceta de Hadad con una reflexión: “Los empresarios, cuando llegamos a un cierto nivel, ya no necesitamos hacer las mismas tropelías de antes”. Joseph Kennedy, el padre del asesinado presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, fue contrabandista de licor durante los años de la Ley Seca, pero tiempo más tarde, por las relaciones personales que construyó, le ofrecieron ser embajador en el Reino Unido, lo que le permitió rodearse de las elites internacionales y así poder construir un prestigio que pudo trasladar al resto de su familia.
Al igual que los K (los Kennedy, los Kirchner...) Daniel Hadad está reconstruyendo su historia. Más allá de los vientos políticos, tiene dos aliados de fierro: el talento y el éxito. Sus emprendimientos se han caracterizado por la solvencia técnica y el formato profesional. Su Radio 10 fue imbatible. Con FM Mega redescubrió el rock nacional. Su Canal 9 puso en aprietos al Trece y a Telefe. C5N modernizó las noticias por cable. E Infobae.com es referente en la web.
PERIODISTA. A principios de los ´80 escribió para la revista Somos. En 1985, a los 24 años, debutó en televisión en un concurso del programa “Todo nuevo” que conducía Juan Alberto Badía y se emitía por Canal 13. Lo presentaron como “Daniel Jadad”. En 1989 trabajó tres meses con el ex agente de Inteligencia Guillermo Cherashny en un programa llamado “La trama y el revés”, pero su primer gran paso lo dio a principios de los ‘90, cuando se convirtió en productor de Bernardo Neustadt, el periodista político más influyente por esos años. Hadad llegó a reemplazar a Neustadt cuando éste se tomaba vacaciones. Su estilo impactó desde el principio por su nivel de ostentación a pesar de ser un periodista que llevaba pocos años en el medio. En 1992 esta revista lo entrevistó y ya daba los primeros lineamientos de su personalidad. Usaba un auto rojo descapotable, hacía “fierros” en el gimnasio de su edificio y le gustaba mostrarse musculando. En el reportaje contó por primera vez una anécdota que repite aún hoy: “A los 8 años me mandaron a hacer unas compras al almacén, sin plata. Mis padres andaban mal económicamente y pensaban que a un chico no iban a dejar de fiarle. No fue así: me volví a casa con el changuito vacío. Creo que desde ese momento supe cuál iba a ser mi destino”.
En 1993 llegó a conducir su programa periodístico propio junto a Marcelo Longobardi. El programa se llamó “Hadad y Longobardi” y duró apenas dos años. En sus inicios se
los veía como los nuevos Bernardo Neustadt y Mariano Grondona. En 1995 Longobardi decidió abandonar el programa, producto de las polémicas que se habían generado alrededor de su amigo. Por un lado había denuncias del ministro Domingo Cavallo sobre la relación entre Hadad y el empresario postal Alfredo Yabrán, quien años más tarde se convertiría en el autor intelectual del asesinato del fotógrafo de esta revista José Luis Cabezas. El punto máximo llegó cuando en la Cámara de Diputados, el 23 de agosto de 1995, Domingo Cavallo definió a Hadad como un “ariete de la mafia”. Por otro lado, el periodis- ta t Luis Majul había denunciado que el e empresario Aldo Roggio le pagaba honorarios al programa, pero no se pasaba ningún aviso. Algo llamativo. La polémica era tan pública que los humoristas Jorge Guinzburg y Horacio Fontova hicieron una parodia del programa en un sketch llamado “Tharad y Mongobardi”.
EMPRESARIO. El primer éxito empresario de Hadad comenzó a gestarse en 1998 cuando le dieron la licencia de d la Radio Municipal de la ciudad de Buenos B Aires. Pero la historia comenzó tres años antes, cuando en 1995 Carlos Menem, quien años antes lo había nombrado como uno de sus periodistas favoritos, le adjudicó la frecuencia de la AM 710. Uno de los socios s de Hadad en ese proyecto era Marcelo M Tinelli.
El contexto no favoreció a Hadad. En ese entonces, la oposición a Menem era Fernando de la Rúa, quien, como jefe de Gobierno porteño, no autorizaba la adjudicación. El contraataque no tardó en llegar. Según la biografía no autorizada sobre Hadad escrita por Romina Manguel y Javier Romero, a fines de 1996 el periodista consiguió una escucha de Inés Pertiné, la esposa de De la Rúa, hablando con el empresario Samuel Liberman, dueño de la empresa de cable VCC, en el que él le ofrece a la entonces primera dama de la ciudad pagarle pasajes a Miami y prestarle su departamento y su auto para hacer compras. En una entrevista con NOTICIAS del 21 de diciembre de 1996, De la Rúa afirmó que Hadad llamó a su vocero para decirle que tenía ese video, que se lo quería mostrar y que “siempre se está a tiempo de parar todo”. En la grabación que tenía Hadad se escuchaba además a Liberman pidiéndole a Pertiné un favor para su hermano. Luego se hizo una cámara oculta a Pertiné y sus amigas yendo a Miami. Al final el video nunca salió al aire porque De la Rúa le pidió a Eduardo Eurnekian, entonces dueño de América TV, que por favor no lo pasara. Eurnekian accedió y Hadad no pudo pasar el video, pero logró algo más importante para lo que más tarde se volvería el Grupo Infobae: De la Rúa autorizó que se le adjudicara la frecuencia de la AM 710 a él. Tinelli para ese momento, asustado, ya había abandonado la sociedad, pero años más tarde se volvió a asociar con Hadad, cuando este compró Azul TV para volver a llamarlo Canal 9. En 2004, Tinelli compró el 25% de Canal 9 y abandonó Telefe luego de