QUÉ PODEMOS HACER
Epuyén, una pequeña ciudad ubicada al noroeste de la provincia de Chubut, está enfrentándose en estos días con un terrible enemigo: el Hantavirus. Hasta hoy se han confirmado 28 casos, de los cuales 10 fallecieron.
La enfermedad causada por el Hantavirus se transmite fundamentalmente por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenientes de las heces, orina y saliva de roedores infec-
tados. Sin embargo, el contagio de persona a persona, ya descripto en epidemias anteriores, parecería que ha sido clave en la diseminación del brote actual.
Tras un período de incubación de alrededor de 2 o 3 semanas, comienza la fase prodrómica, que dura entre 3 y 5 días y se caracteriza por la presencia de fiebre, escalofríos y dolores musculares. En esta fase, el paciente elimina virus a través de sus secreciones respiratorias, por lo que potencialmente puede contagiar a otras personas. En casi la mitad de los casos, la enfermedad avanza hacia la fase cardiopulmonar, de una extrema gravedad, con una tasa de mortalidad que se ubica entre el 20 y 30%. Por lo tanto, es clave tratar de evitar la diseminación de la infección, apelando a las medidas de prevención. En este brote en particular, en el que parecería predominar la transmisión interhumana, se recomienda a toda persona que haya estado en contacto cercano con un caso de hantavirus que adopte un aislamiento preventivo, evitando salir de su domicilio (si lo hace debe utilizar barbijo) y evitando asistir a lugares públicos. Pero toda la población en riesgo potencial tiene que cuidarse, lavándose frecuentemente las manos con agua y jabón, evitando el contacto estrecho con sus convivientes y la concurrencia a reuniones sociales, ventilando los ambientes de su domicilio, y realizando la limpieza de su vivienda con solución de lavandina. El objetivo es que el virus no se transmita a otras personas, lo que permitiría el control del brote.