Noticias

Gael Faye:

Nació en Burundi y se crió en Francia. Cómo se convirtió de rapero en novelista bestseller.

- MELISSA KURIS

nació en Burundi y se crió en Francia. Cómo se convirtió de rapero en novelista bestseller

Cuando Gaël Faye abandonó Burundi, lo hizo en la peor de las circunstan­cias: escapando de una guerra civil entre tutsis y hutus –dos etnias africanas– que se había desatado en su país. Hijo de un padre francés y una madre tutsi ruandesa, atravesó su adolescenc­ia exiliado en Francia, en donde descubrió el rap y, posteriorm­ente, la literatura. A través de varias de sus canciones dio a conocer algunos aspectos de su infancia que derivaron en su exilio.

Ahora, con la publicació­n de “Pequeño país” (2016) –su primer libro– y a través de la mirada de Gabriel, un personaje que funciona como una suerte de su álter ego, narra el genocidio en Ruanda, la guerra civil burundesa, y una infancia impactada por estos acontecimi­entos. “Viví el mismo período histórico que el personaje, su mamá también es ruandesa y su padre es francés. Viví el exilio. A través de todos estos elementos que encontré, creé el personaje de Gabriel, que me permitió hacerme h preguntas que en esa época no me hice. La gran diferencia entre Gabriel y yo es que él es lúcido respecto r a lo que pasa”, cuenta el escritor e sobre su novela de ficción. "Pequeño país" fue un suceso en Francia. Ya vendió 700.000 ejemplares, ganó el premio Goncourt des Lycéens y se apresta a conquistar

el mundo. Por lo pronto, Faye visitó Buenos Aires donde encantó a todos en la Feria del Libro. Allí, dialogó con NOTICIAS.

NOTICIAS: ¿Cómo vivió el tener que irse y dejar su infancia, sus amigos?

Gaël Faye: Fue muy difícil porque mi deseo era quedarme y vivir en Burundi. Y cuando tuve que irme, durante muchos años pensé que la guerra iba a detenerse, que iba a poder volver, que iba a ver a mis amigos. Pero la guerra duró tanto que cuando terminó, todos éramos adultos. No fue fácil y estoy seguro y convencido de que la única forma de poder exorcizar ese dolor ha sido escribir. Decir lo que no pudimos ser, imaginar lo que podría haber pasado, encontrar las palabras para decir lo que vivimos.

NOTICIAS: ¿Qué recuerda haber entendido de lo que sucedía en ese momento?

Faye: Entendí el odio, el miedo, la pérdida. Entendí que había habido una guerra en Burundi y un genocidio en Ruanda, y en la época esos eran los acontecimi­entos. En ese momento yo era un niño. Y como niño el análisis que uno hace de la

situación no es el mismo que uno hace como adulto. Por eso es que elegí tener un niño como narrador en la novela, para que las cosas no fueran comprendid­as desde lo cerebral sino desde las sensacione­s.

NOTICIAS: ¿El personaje de su libro le permitió revisitar esos acontecimi­entos desde otra mirada?

Faye: Tengo desconfian­za de la reflexión adulta por la simple razón de que muchas veces encuentra razones para lo inexplicab­le. En el niño la mirada es poética. Yo como artista trato también, como Gabriel, de no ser moralista y de permanecer con la sensación de la poesía de un niño. PEQUEÑO PAÍS. Los derechos de traducción de la novela de Faye se vendieron a 29 idiomas y se estima que en noviembre se lanzará la adaptación filmográfi­ca del libro, de la mano de Eric Barbier. “Todavía estoy sorprendid­o con el éxito que tuvo. Hace dos años estaba en la playa en el sur de Francia con mi hija menor, y había decenas de personas leyendo mi novela. Es algo tan personal que llega al mundo que a uno le sorprende”, confiesa Gaël Faye.

Si bien Faye ya había alcanzado el éxito unos años antes gracias a sus canciones –en 2013 lanzó el álbum de rap “Pimiento africano sobre medialuna de manteca”, en el que contó por primera vez su historia– dice que la novela le dio otra mirada: “La literatura me dio más libertad que la música. No están las restriccio­nes de una canción entre el ritmo, la rima, que son formatos en donde encajar el texto. Pero siento que mis canciones nutrieron mi forma de escribir la novela, y espero que ahora la literatura vaya a nutrir mi manera de componer”, dice.

NOTICIAS: ¿Sentarse a escribir esta novela fue liberador o revivió dolores? Faye: Unos años antes había hecho el álbum “Pimiento africano sobre medialuna de manteca” y ahí parí en el dolor. Fue difícil, pero ya me había liberado. En esta novela vuelvo a visitar muchos de los temas de aquel álbum pero sin la dificultad emocional que tuve en aquel tiempo. La novela en su totalidad fue el descubrimi­ento de otra manera de escribir. Yo estaba acostumbra­do a escribir canciones, poemas. Y aquí he descubiert­o la libertad de la novela, crear un personaje, hacerlo nacer, hacerlo morir.

NOTICIAS: ¿Pudo condensar un mensaje de una manera más precisa?

Faye: Evito dar mensajes. Trato de crear una situación que me parece que puede ser posible, simbólica, y si un mensaje se desprende de eso, mejor. El único mensaje consciente que tuve al escribir esta novela es el de transmitir que nosotros en África también tenemos infancias banales como en el resto del mundo. No son solo niños soldados o niños mendigos, tenemos juegos, amigos, familia, cosas que nos maravillan.

NOTICIAS: ¿Siente que con este libro le devolvió algo a todas sus naciones?

Faye: En una de mis canciones digo que Ruanda y Francia me han dado todo y han tomado todo. Si me han dado todo y me han sacado todo estamos hechos, no puedo haberles dado ni sacado nada. Pero de lo que sí me di cuenta es de que Burundi no existe para nada en la literatura y en el imaginario mundial. De Argentina tenemos imágenes, ideas, pero de Burundi no tenemos nada. Esta fue una manera de poner a mí país en el imaginario de todos y de la mejor manera, porque un libro es una forma de encarnar algo. Es más íntimo y por lo tanto más fuerte que una imagen o un documental.

NOTICIAS: En el mundo sigue habiendo guerras, exiliados, refugiados. ¿Qué le diría a la gente que está viviendo lo que usted vivió?

Faye: Les diría que hay que contar nuestra historia con nuestras propias palabras. Entiendo que no todos pueden contarse, pero en el caos del exilio, de los refugiados, es fundamenta­l que alguien tome la palabra y pueda expresar eso. No podríamos haber entendido el exterminio de los judíos en Europa sin Primo Levi o Ana Frank. Ni el racismo en Estados Unidos sin Harper Lee y Maya Angelou. Hoy en día, con todos los refugiados y la gente que se va desplazand­o, es fundamenta­l que alguien tome la palabra para sensibiliz­ar a la opinión pública, para que se pueda entender la situación. Transforma­r aquello que es del orden de la estadístic­a y los números en un relato más íntimo.

“NOSOTROS EN ÁFRICA TAMBIÉN TENEMOS INFANCIAS BANALES. NO SÓLO NIÑOS SOLDADOS O MENDIGOS".

 ??  ??
 ??  ?? "Pequeño país" es la primera novela de Gaël Faye, editada en español por Salamandra. En Francia vendió en pocas semanas 700.000 ejemplares y se han cedido sus derechos a 29 lenguas.
"Pequeño país" es la primera novela de Gaël Faye, editada en español por Salamandra. En Francia vendió en pocas semanas 700.000 ejemplares y se han cedido sus derechos a 29 lenguas.
 ??  ?? La familia de Faye emigró a Francia en los '90 huyendo de la guerra civil de Burundi, el país donde vivió hasta cumplir los 13 años.
La familia de Faye emigró a Francia en los '90 huyendo de la guerra civil de Burundi, el país donde vivió hasta cumplir los 13 años.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina