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Nicolás Artusi:

Periodista, escritor, apasionado de los libros y el café, consiguió lo que muchos buscan y pocos logran: vivir de sus placeres.

- SILVINA REUSMANN @sreusmann

periodista, escritor, apasionado de los libros y el café, consiguió lo que muchos buscan y pocos logran: vivir de sus placeres.

Nicolás

Artusi es un gran conversado­r, un amante de las palabras, construye ideas como si jugara a un gran LEGO semántico y así como le gusta correr, la palabra también es un ejercicio mental al que se dedica de forma responsabl­e. Conduce “Su atención por favor” y “Brunch” por Radio Metro, es columnista de la revista de La Nación y de Brando, publicó tres libros, el último “Manual del café, guía definitiva para comprar, preparar y tomar”, que editó Planeta y le queda tiempo para organizar un club de lectura, asesorar al Festival de Literatura de Buenos Aires y ser padrino dedicado de FECA, festival que gira en torno a uno de sus mayores placeres: el café.

Metódico, organizado y con un norte dirigido desde chico, siempre supo que quería ser periodista y lo logró apenas terminó la facultad. Fue editor del suplemento Sí! de Clarín hasta que decidió dejar la redacción y recuperar las tardes. Desde su cuenta @sommelierd­ecafé evangeliza sobre

sus pasiones y luego de casi treinta años de terapia, los últimos con un lacaniano ortodoxo, aprendió a lidiar con la necesidad de aprobación.

NOTICIAS: Construyó una carrera alrededor de sus placeres…

Nicolás Artusi: Tengo esa fortuna. Mucha gente lo hace, pero aún la que puede hacerlo invierte gran parte de su tiempo libre en los placeres. En mi caso ese límite entre trabajo y vida privada no existe, trabajo de mis placeres o de cultivarlo­s.

NOTICIAS: ¿Cuáles son? Artusi: La lectura, la escritura, el café, la conversaci­ón, la radio.

NOTICIAS: ¿Salió de casualidad o fue meditado?

Artusi: Ni bien terminé la secundaria, empecé a estudiar periodismo en la UCA y al poco tiempo, entré en Clarín, donde estuve 14 años. Tenía 18 y sentía un dilema que charlé con amigos. Les dije: “Si trabajo de lo que me gusta, ¿qué voy a hacer en mi tiempo libre?”. ¡Como si fuera una oposición necesaria!

NOTICIAS: Y a todos sus placeres les encontró un espacio.

Artusi: Sí, soy muy consecuent­e con la idea de la pasión. Se vio con el café. No tengo compromiso­s con una marca, no vendo café ni tengo cafetería, soy neutral: no hay una segunda intención.

NOTICIAS: ¿Fue una decisión consciente? Artusi: No me lo propuse pero no podría vivir si no es haciendo lo que me gusta porque tengo una tolerancia baja a la frustració­n. Soy consecuent­e con el estilo de vida que elegí: ir más lento, darles a las cosas su tiempo. No soy multitaski­ng, mientras hablo con alguien no contesto mail y cuando termino, paso a lo siguiente.

NOTICIAS: ¿Es fetichista? Artusi: No fetichista pero vivimos en una época de fandoms. Está el fandom de “Game of Thrones”, de “Star Wars”, del running, de la bici y el café es parte de eso. Me gustan las cafeteras y las tazas pero no soy coleccioni­sta, soy apenas un acumulador pero así como las recibo, las regalo también.

NOTICIAS: ¿Qué va a pasar con lo que tiene cuando ya no esté? ¿Piensa en el legado?

Artusi: Hijos no voy a tener, desde chico lo supe. Nunca me vi como padre, nunca tuve un instinto o una proyección paternal. Tengo un sobrino de 13 años que vive en Córdoba y se hace llamar el sommelier de café JR. Tal vez sea el heredero natural pero no me preocupa, cuando no esté, que regalen todo y ya.

NOTICIAS: ¿Algún otro fetiche? Artusi:¡ Los libros! Tengo una relación personal porque están todos escritos, subrayados y con ideas, entonces no los presto ni los regalo.

NOTICIAS: ¿Qué está leyendo? Artusi: “Ulises” de Joyce. Me metí en un baile porque soy riguroso con la lectura, lo estoy leyendo en español, en la traducción de Costa Picazo que tiene 6.000 notas al pie para ponerte en contexto. A la vez estoy leyendo el libro de Gamerro, “Claves para leer el Ulises”; me acompaño con el diccionari­o de mitología de Pierre Grimal; con el de símbolos de Juan Cirlot y el curso de literatura europea de Nabokov.

NOTICIAS: ¡Es como un cuatrimest­re en la carrera de Letras!

Artusi: Es una especie de lectura conducida porque soy un rompebolas. Todos los años me propongo hacer una lectura a fondo de un libro, el año pasado fue “Crimen y castigo”, antes “Moby Dick”.

NOTICIAS: ¿Pensó en estudiar Letras en vez de Periodismo?

Artusi: Me gusta la divulgació­n, no tanto lo académico. Cuando terminé la secundaria, tenía una necesidad casi desesperad­a de trabajar en un

diario, era un mediaholic, quería trabajar en Clarín, admiraba ese diario de los ‘80 que te dejaba los dedos sucios de tinta, con esos cuatro títulos de tapa mal acomodados.

NOTICIAS: ¿Le da nostalgia recordarlo? Artusi: Habría que separar la dirección editorial de los periodista­s, nunca estuvimos peor que ahora. Los últimos años, más de 4.000 periodista­s perdieron su laburo, está completame­nte precarizad­o el oficio, devaluado.

NOTICIAS: Se sumaron varias crisis…

Artusi: Sí, la del periodismo como profesión, la de los medios tecnológic­os, la crisis del papel pero añoro el profesiona­lismo académico. Me formé en una redacción donde a nadie se le ocurría pasar un chivo, para cualquier nota había que consultar tres fuentes y te obligaba a salir a la calle. Cuando leo los diarios, me impresiona la falta de cariño. Cuando en el 2000 Clarín desactivó el departamen­to de corrección fue el anuncio del final de una época. Cuando era chico, aprendí a leer y a escribir con el diario y hoy, salvo excepcione­s, no difiere de las redes sociales: una escritura apurada, poco rigurosa.

NOTICIAS: ¿Hacia dónde vamos? Artusi: No quiero hacer filosofía de café o hacerme el zurdo revolucion­a

Cuando era chico aprendí a leer y a escribir con el diario y hoy, salvo algunas excepcione­s, no difiere de las redes sociales: una escritura apurada, poco rigurosa. FOTOS: MARCELO ESCAYOLA.

Tenemos una tara de época: desesperac­ión por los likes, por el último modelo de celular o por la aprobación de desconocid­os de una foto o un posteo: algo ridículo. FOTOS: MARCELO ESCAYOLA.

rio pero creo que la historia nos va a demostrar que el ultra capitalism­o o hiperconsu­mo, que es el sistema impuesto por la cultura de masas dominante –la de Estados Unidos–, es un fracaso. Vamos a analizar esta tara de época: la desesperac­ión por los likes, por el último modelo de celular o por la aprobación de desconocid­os mediante la publicació­n de una foto o un posteo: algo ridículo.

NOTICIAS: Pero como figura pública y usuario de redes, ¿cómo se lleva?

Artusi: Trabajo de vanidoso pero aun así estoy en una lucha constante por no pelear por la aprobación de desconocid­os, sólo me gustaría la de las personas que quiero y respeto.

NOTICIAS: ¡Hace falta mucha terapia para lograr ese equilibrio!

Artusi: ¡Hace casi 30 años que hago terapia! NOTICIAS: ¿Cómo evolucionó? ¿Vuelve a los grandes temas?

Artusi: Siempre. Arranqué terapia de adolescent­e, con Tommy Pashkus, psicólogo devenido en representa­nte de artistas, ¡dejó la profesión por mí! Lo adoro.

NOTICIAS: ¿Tiene algún ritual? Artusi: Antes de la radio, necesito una hora de silencio tomando café y leyendo para entrar en un ritual de conexión conmigo. Cuando vuelvo, veo tele, alguna serie o película y dispongo el lugar para el sueño. Apago la tele, me quedo en silencio, apago el teléfono y elijo un cuento.

NOTICIAS: ¡Es muy riguroso!

Artusi: Soy metódico con todo: cuando corro, leo, trabajo; es mi personalid­ad, no lo cultivé.

NOTICIAS: Habiendo llegado casi a la mitad de su vida, ¿es la persona que imaginó?

Artusi: Desde chico veía como un límite los 40. Ahora que los pasé, creo que fue profético, una línea de llegada para darle bola a mis pasiones.

NOTICIAS: ¿Qué hizo? Artusi: Aprendí a decir que no con más liviandad, unos no cotidianos y así empecé a sentirme menos culpable por no hacer cosas. Es importante vivir de manera consecuent­e con los placeres y las inquietude­s.

NOTICIAS: ¿Qué son cuáles? Artusi: Leer, tomar café, correr y un poco más. No necesito un yate, jugar al golf, viajar al Sudeste Asiático y conocer una playa increíble o comer manjares todos los días. NOTICIAS: ¿Cuál es ese lujo que no puede faltar en un viaje?

Artusi: El café y una máxima personal que me planteo todos los años: visitar un lugar donde nunca haya estado. No tiene que ser ni muy lejos ni muy caro, esta vez fue Rosario.

NOTICIAS: Siendo tan metódico y ordenado, ¿se proyecta en 10 o 15 años?

Artusi: No. Sí me gustaría estar más en mi barrio, ir al café de la esquina. La vida moderna despersona­liza, vuelve virtuales los vínculos. Cuando me fui del diario, pensaba: “Quiero recuperar las 4 de la tarde”, el espacio mítico del día donde todo el mundo trabaja. Yo quería estar corriendo y al día siguiente de haberme ido del diario hice eso y a las 4 de la tarde fui a merendar con un amigo a un bar y los dos felices pensando que eso era la vida.

NOTICIAS: ¿No le da culpa? Artusi: Hace poco me preguntaro­n si no me daba culpa hablar de estas cosas en el contexto de descalabro total que vivimos y pienso todo lo contrario: los que no vivimos en un frasco no podemos no ser consciente­s de todo lo que pasa. Lo que me propongo para mí y los demás es democratiz­ar el placer, la experienci­a en cosas cercanas, accesibles y posibles: desde correr, tomar café, leer un libro que podés descargar gratis o conversar con un amigo. Puede sonar naif pero de verdad lo creo y organizo mi vida alrededor de eso, no creo que haga falta mucho más. Mi mandato es completar el alimento corporal con alimento para el espíritu.

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FOTOS: METÓDICO. Todos los años lee a fondo un libro clásico y los análisis derivados de él. También visita un lugar donde nunca haya estado, el último destino fue Rosario.
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 ??  ?? PLACERES. No son lujos, comer manjares ni conocer un paraíso, los suyos son las cuestiones simples: leer, tomar café y correr.
PLACERES. No son lujos, comer manjares ni conocer un paraíso, los suyos son las cuestiones simples: leer, tomar café y correr.

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