Evolución X
Silueta afilada, chasis eficiente y mejoras en su habitáculo. Precio alto y equipamiento mejorable.
Cuando apareció la X6 de BMW muchos pensaron que se trataba de un concepto extravagante: un SUV con bastante músculo y una fuerte impronta deportiva en su diseño y comportamiento. Y como suele suceder en este tipo de vehículo, la mayoría de las veces priman las emociones en las razones de la compra. Fue un modelo que pegó tan fuerte con ese diseño y concepto de seudocupé que su archirrival Mercedes-Benz prácticamente lo copió con el GLE. Motivo de orgullo para la marca de Munich, no tardó en trasladar la receta a un segmento inferior y así nació el X4 que ya va por su segunda generación y que recientemente se presentó en nuestro país
Los cambios son importantes: capo mas alargado, parabrisas más pequeño, nuevo remate de baúl, más espacio y confort interior, mayores dimensiones generales, menor peso y mejoras aerodinámicas. Disponible con motor de seis y cuatro cilindros tomamos contacto con este ultimo que se caracteriza por una excelente respuesta aunque nos resulto elevado el consumo en ciudad.
El interior ofrece un espacio razonable para cuatro pasajeros, buena calidad general y un comportamiento dinámico excepcional. El conjunto de suspensiones es firme, por eso, el magnífico chasis unido a la tracción integral de serie, le permite una agilidad que sorprende gratamente. Como detalle, pordía ofrecer mayores elementos de seguridad como el airbag de rodilla, el cruise control adaptativo y el alerta de cambio de carril entre otros. El auxilio temporal tampoco lo favorece. El precio es elevado pero se aproxima bastante a su principal rival el Mercedes Benz GLC Coupe.