El cerebro de Viviane
“Viviane Élisabeth Fauville”, de Julia Deck. Eterna Cadencia, 118 págs. $ 550.
Una madre reciente, además abandonada por el marido, de pronto asesina a su terapeuta con un cuchillo. No se trata de un “spoiler”, porque ocurre en las primeras páginas. Por otra parte, aunque eso desencadena una investigación policial, y mueve a personajes laterales, no termina por construir una novela policial, ni clásica (no hay mayor enigma) ni negra.
Más bien la autora se dedica a construir un texto complejo. Por una parte la voz narrativa varía todo el tiempo entre la primera persona, la segunda (a menudo con un trato de “usted” en vez de “tú”), la tercera. Por la otra, hace una descripción muy minuciosa de las calles, las plazas, los subtes y las atmósferas de París. Un elemento importante es la pequeña hija, que ue funfun ciona como un objeto casi mudo llevado en brazos, o abandonado por varias horas mientras la madre trata de corregir los rastros que pueda haber dejado.
Poco a poco el avance se concentra cada vez más en la característica inestable del cerebro, la psiquis de la Viviane del título. Hay forcejeos con el ex, la brusca decisión de mezclarse con una especie de delincuente muy joven (otra personalidad inestable), y al fin la internación en un hospital psiquiá psiquiátrico.
Cad Cada ráfaga de acció acción es equilibrad brada por otra de hu hundimiento en el carácter ev evanescente de la identidad de la p protagonista. Mu Muchas veces empren emprende acciones que contradicen con lo que ha haría una sospechos pechosa de asesinato nato. L La repercusión del crimen y los actos, entre los vecinos, en la comisaría, o en los diarios, parece difusa, menos importante que la vida cambiante, huidiza, de la mujer.
El libro revela, en su carácter muy ambicioso y a la vez desestructurado, todos los perfiles positivos y negativos de una primera novela. Por suerte la presión constante de la autora vuelve jadeante la peripecia de su personaje, marca marca con claridad su carácter femenino (se describen actividades mínimas cotidianas: cocinar, limpiar, dar de mamar), y va creando en el lector una intriga no sobre la intriga policial, sino sobre la huidiza vida misma de la protagonista.
Originalmente, el libro apareció en Editions du Minuit, que en una época albergó al “nouveau roman” francés (u objetivismo). Pero aquí el rigor del estilo trata de imponerse, mientras la realidad parisiense múltiple que lo rodea lo desarma sin cesar con eficacia.