DANZA CAMBIO CEREBRAL
La música está estrechamente ligada a la danza, en todas las culturas y a través de todo el mundo, dice el estudio realizado por especialistas de Harvard. Los días, semanas, meses y años pasados frente a la barra mientras alguien baila ballet. Las largas tardes que otra persona emplea para practicar escalas. Todo
eso, dice la ciencia, es bueno para el cuerpo y para la mente, aunque de diferentes maneras. Un estudio realizado por científicos del Laboratorio Internacional para la Investigación del Cerebro, la Música y el Sonido (Canadá) demuestra que el entrenamiento en danza y música tiene efectos muy fuertes en el cerebro. "Descubrimos que los bailarines y los músicos diferían en muchas regiones de la materia blanca cerebral, incluidas las vías sensoriales y motoras", explica Chiara Giacosa.
Los bailarines poseen conexiones más amplias entre las regiones sensoriales y motoras del cerebro, y también mayor conexión entre los dos hemisferios del cerebro, en las regiones que procesan información sensorial y motora. Los músicos, en cambio, no tienen más conexiones sino que las mismas son más fuertes. Mientras los bailarines entrenan todo su cuerpo, que tiene una representación más amplia en la corteza neural, los músicos enfocan su entrenamiento en algunas partes específicas del cuerpo, como las manos, los dedos o la boca, que tienen una representación cortical más pequeña en el cerebro. Algunos estudios ya demostraron que el entrenamiento musical puede mejorar habilidades cognitivas, pero la danza aún no se ha utilizado de manera similar.