FALLO DEMORADO
Al cierre de esta edición, el conflicto por las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires estaba a la espera de una definición por vía de la Justicia. El caso está en la Corte Suprema y podría tener una resolución la próxima semana, cuando queden menos de cinco días para que concluya el plazo que había puesto Alberto Fernández en su DNU hasta el 30 de abril.
El caso llega a la Corte Suprema porque una acción de amparo presentado por padres y abogados tuvo un primer fallo en contra, pero luego la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo definió que las clases deberían ser presenciales. El fallo fue cuestionado incluso porque una de las juezas que resolvió es Nieves Machiavelli, hermana del secretario de Medio Ambiente de Rodríguez Larreta, Eduardo Machiavelli.
Tras la novedad de que la Ciudad abriría las escuelas, Carlos Zannini, el procurador del Tesoro, se presentó ante los juzgados Contencioso Administrativo, pero federales para pedirles que reclamaran por la competencia del caso. Este juzgado falló a favor del Gobierno nacional y la cuestión quedó atrapada en un debate entre dos fueros. Ahora la Corte deberá definir a quién le da la razón, si a los jueces de CABA o al juez federal. Hasta el lunes 26, Nación tiene tiempo de exponer sus argumentos y recién allí podrá decidir la Corte. ¿Cómo fallará? El debate se repartirá entre cuestiones constitucionales y de autonomía.
Lo cierto es que en el máximo tri
bunal hay divisiones. Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti hubieran querido que el presidente del cuerpo, Carlos Rosenkrantz, le imprimiera más velocidad al trámite.