AÑOS DE DUELOS
Vienen siendo años difíciles para Sergio Massa, más en lo personal que en lo político. La lamentable muerte de Mario Meoni se sumó a otras pérdidas que sufrió el presidente de la Cámara de Diputados en los últimos tiempos. En noviembre del año pasado ocurrió también otra tragedia que terminó con la vida de uno de sus históricos amigos: en Salta se cayó el helicóptero que transportaba a Jorge Brito, el principal accionista del Banco Macro y siempre ligado a Massa. “La vida te arranca las personas que querés mucho de la manera más extraña e inesperada, chau amigo, te quiero mucho”, dijo a modo de despedida el tigrense aquel día.
En el 2018 había muerto otro compañero cercano, Diego Santillán. Fue una pérdida muy dolorosa para Massa, porque Santillán había sido el primer jefe de campaña que tuvo, para las elecciones en las cuales se convirtió en intendente de Tigre, en lo que fue la génesis del Frente Renovador. Era, además, su máximo referente en materia de Seguridad. Un año antes, en mayo de 2017, había fallecido Sergio Bendixen, el principal consultor de campaña de Massa, de un infarto en Miami.
Lo de Meoni, sin embargo, fue una pérdida especial. No solo por lo trágico de que muriese alguien tan joven, sino porque era en quien más confiaba Massa de su espacio para ocupar un alto cargo: no es casualidad que de todo el Frente Renovador haya elegido al ex intendente de Junín para ocupar la única cartera del Gabinete que controla. Serán días muy duros para él y para Malena Galmarini.