Música: The Sugar Quintet dio un concierto como parte de una movida que sostiene los conciertos a distancia.
“Buscando a Dios”. Docuserie. Conducción: Jorge Said. Los sábados, a las 23 hs, con repeticiones, por HISTORY 2.
Esta serie expone la ruta que emprendió el periodista, director y productor chileno Jorge Said, a las más grandes y masivas peregrinaciones religiosas del mundo. “Buscando a Dios” es un registro en primera persona que exhibe el aventurado desafío de Said, en un recorrido a través de multitudinarios movimientos espirituales y cultos del planeta, en momentos de una evidente crisis existencial para el futuro de nuestra civilización. A lo largo de diez meses, Said transitó diferentes países, siempre acompañado de su cámara de video, y llevó a cabo un viaje exigente, maratónico e incierto a las raíces de la búsqueda milenaria, por parte del ser humano, de una deidad protectora, en rincones lejanos de todo el orbe.
Esto implicó introducirse en áreas peligrosas y conflictivas, y en culturas tan diversas y antiguas como las de Irán, China, Japón y Medio Oriente; con el único objetivo de registrar el fervor místico de un sinnúmero de personas que buscan, en la divinidad, la respuesta al sentido de sus vidas.
El envío consta de diez episodios y muestra un periplo inédito y de tremendo impacto por esas procesiones populares: las más masivas, impresionantes, y fervorosas. Así, consigue adentrarnos en las raíces profundas del cristianismo, el islam, el judaísmo, el budismo, el sijismo, el taoísmo, el sintoísmo y el hinduismo, entre otras. Lo cual, sin duda, implicó un alto riesgo de vida para el conductor, porque grabó en sitios comprometidos para ejercer el periodismo y donde, incluso, las filmaciones paisajísticas son sujetas a un férreo control.
El Tíbet, Persia, Babilonia, Israel, Palestina, Tierra Santa, Cachemira, China Imperial, los Himalayas, la frontera con Pakistán son algunas de las geografías que animan esta hazaña heroica, actual e imposible de realizar hoy después de una pandemia. A su vez, se erige, sin bajar línea, en lo que podría interpretarse como un mensaje de amor, compasión y esperanza frente al peligro de una sociedad ultramaterialista.
Sin saberlo, resulta un testimonio único en doble sentido: porque no se ha hecho antes a semejante escala, y porque, tal vez, no se podrá volver a concretar. Bajo el asedio del coronavirus resulta casi imposible imaginar que, nuevamente, puedan reunirse ciento cincuenta millones de fieles en India o treinta millones en Irak. Todas estas actividades han sido suspendidas, por lo tanto y, al menos, durante quizás los próximos diez o veinte años, fue la última oportunidad que tuvo un equipo audiovisual, de poder estar en esas conglomeraciones. Por eso también la recomendamos.