La lucha contra el Covid-19
El científico, cabeza visible de la lucha contra el Covid-19 en Estados Unidos, habla del manejo de la pandemia y de la vacunación global.
Entrevista a Anthony Fauci, uno de los inmunólogos más importantes del mundo.
Uno de los más grandes inmunólogos del mundo, el estadounidense Anthony Fauci, de 80 años, se convirtió en una celebridad en los primeros tiempos de la pandemia, tras desmentir las barbaridades pronunciadas por el ex presidente Donald Trump, su jefe de entonces. Nombrado luego por Joe Biden como su principal asesor en temas médicos, Fauci, que ya sirvió a siete presidentes y fue fundamental para eliminar el estigma del VIH en los años '80; celebra ahora la exitosa campaña de vacunación estadounidense, que ya protege a más de la mitad de la población adulta, aunque todavía existan importantes focos de contagios en algunos estados del país. En esta entrevista, defendió los confinamientos y las cuarentenas y declaró que el planeta tardará alrededor de un año todavía en volver a la normalidad.
PERIODISTA: ¿En qué lugares cree que resultó más eficaz el confinamiento?
Anthony Fauci: Nueva Zelanda, Singapur y Corea del Sur son algunos de los países que han tenido éxito con un modelo de cuarentena bien controlada, el uso generalizado de barbijos y una cuidadosa reapertura. Otro ejemplo muy interesante es el de Australia, que se enfrentaba a un peligroso repunte de casos en la segunda mitad de 2020 y decidió implementar un bloqueo severo que frenó la propagación del virus en poco más de cien días. Actualmente, el país registra menos de quince nuevas infecciones por día, casi todas importadas del exterior.
PERIODISTA: En Latinoamérica, las cifras de la pandemia (en Brasil, por ejemplo) se mantienen entre las más altas del mundo. ¿Cómo puede revertirse la curva en los países que están en esa situación?
Fauci: Sin duda, el escenario en Brasil es de alta gravedad, porque además del pico de casos, el sistema de salud está sobrecargado. Con un territorio tan extenso y tantos estados y municipios involucrados, el desafío de detener el virus es aún más complejo. Dicho esto, no veo otra opción que mirar las buenas experiencias
“FRENTE A UN BROTE, LA ÚNICA SALIDA EFECTIVA HA SIDO UN CIERRE CON MEDIDAS RESTRICTIVAS CONSISTENTES”.
en todo el mundo. E indican que la única salida verdaderamente efectiva hasta ahora ha sido un cierre bien organizado, basado en medidas restrictivas consistentes, manteniendo a la gente en casa tanto como sea posible. Estas limitaciones no necesitan ser demasiado largas, pero sí lo suficiente como para controlar el pico del brote. Paralelamente, es necesario pisar el acelerador para vacunar a la población.
PERIODISTA: La mitad de la población adulta de Estados Unidos ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna. ¿Cómo llegaron a ese nivel?
Fauci: El presidente Joe Biden ha convertido la vacunación en su prioridad e invirtió mucho tiempo y dinero en la planificación de vacunaciones masivas. Soy testigo de que el equipo de la Casa Blanca ha realizado un esfuerzo extraordinario para organizar la distribución de dosis y asegurarse de que lleguen a la población de manera fácil y rápida. Los efectos de esta carrera serán patentes en muy poco tiempo.
PERIODISTA: ¿Qué pueden hacer los países más demorados en esa carrera, para acelerar la vacunación?
Fauci: No me siento cómodo diciendo lo que otras naciones deberían hacer. No las conozco como las autoridades y los expertos locales. Para que una campaña de este tamaño tenga éxito, en cualquier lugar del planeta, se necesita un compromiso colectivo de los políticos y la sociedad. Además, cuantas más opciones de vacunas estén disponibles, mayores serán las posibilidades de éxito, incluso en la batalla contra las nuevas variantes del virus. Estados
Unidos tiene dosis de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Esta última ha sido suspendida temporalmente después de informes de casos de trombosis. ¿Se imagina si hubiéramos tenido esa sola?
PERIODISTA: Mucha gente en el mundo se resiste a vacunarse. ¿Cómo darles ánimos para decidirse a hacerlo?
Fauci: La experiencia demuestra de una manera muy clara que dar el ejemplo marca la diferencia. En los
Estados Unidos, decidimos reclutar políticos, deportistas, famosos, religiosos y personalidades que la gente admire; para que se vacunen públicamente y llamen la atención sobre la importancia de hacerlo. El presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron inmunizados frente a las cámaras. Yo hice lo mismo.
PERIODISTA: ¿Ayudó la iniciativa? Fauci: Tenemos evidencia de que un número considerable de ciudadanos que dijeron tener miedo y que preferían esperar un poco más para vacunarse, cambiaron de opinión. Es un ciclo virtuoso: cuanta más gente esté inmunizada, más gente se atreverá a vacunarse. Los líderes tiene que ir más allá: deben publicitar también los beneficios de la inmunización.
PERIODISTA: ¿Cómo fue trabajar con el ex presidente Trump y tener que contradecirlo varias veces en cámara?
Fauci: Difícil. Tengo un inmenso respeto por el cargo de presidente de los Estados Unidos y no me ha complacido contradecir a Donald Trump en todas estas ocasiones. Pero corregirlo era vital para mantener mi propia integridad y transmitir el mensaje correcto. Esta es la misión de un científico frente a la población para la que trabaja: decir la verdad con el máximo rigor. Sé que mis actitudes fueron fundamentales para llegar a donde queríamos ir.
PERIODISTA: ¿Cuáles son las diferencias entre Trump y Biden en la
lucha contra la pandemia?
Fauci: Hay muchas. Una es que el presidente Biden está absolutamente involucrado con el grupo de trabajo que combate el virus y hace un gran esfuerzo para estar al tanto de todo lo que sucede al respecto. También se esforzó por reunir a un equipo de médicos y científicos altamente calificados para asesorarlo y siempre los escucha. Durante la campaña presidencial, prometió que basaría su política en la ciencia, no en anécdotas o falsas teorías. Y es lo que está haciendo.
PERIODISTA: ¿Con qué frecuencia se reúne con el presidente?
Fauci: Al menos una vez a la semana, pero también tengo reuniones diarias con la Casa Blanca. Biden siempre enfatiza su respeto por la medicina seria e insiste en sus mayores preocupaciones: ver a la mayor cantidad de personas inmunizadas en poco tiempo y lograr que se neutralicen las nuevas variantes del virus.
PERIODISTA: Países como Israel y Reino Unido ya se están organizando para adoptar los denominados “pasaportes de inmunidad”, un documento que permitiría a quienes han sido vacunados contra la Covid-19 o han tenido la enfermedad, viajar, asistir a eventos públicos e incluso reunirse con amigos en fiestas. ¿Lo considera una buena idea?
Fauci: En mi opinión, esta iniciativa tiene sus beneficios, pero también sus peligros. Temo dos consecuencias: que el pasaporte se vuelva una forma de segregación contra los países donde las vacunas están menos disponibles o son de más dificil acceso y que la inmunización termine siendo obligatoria.
PERIODISTA: ¿Pero usted no es un defensor incondicional de la vacuna?
Fauci: Sí, pero también defiendo las libertades individuales. No queremos obligar a la gente a hacer nada, aunque la inmunización sea la mejor solución para superar la crisis que atravesamos. Por esta razón, Estados Unidos ya anunció que no requerirá estos pasaportes para que los extranjeros ingresen al país cuando se reabran las fronteras. Pero es muy probable que el sector privado decida sumarse a esta tendencia, pidiendo comprobantes de vacunación para acceder a eventos y servicios.
PERIODISTA: ¿Cómo cree que será la vida dentro de un año?
Fauci: Ciertamente, mucho mejor que ahora; pero el ritmo de progreso, insisto, dependerá de la capacidad de vacunar a mucha gente tan rápido como se pueda. La vida debería comenzar a volver a la normalidad, en los Estados Unidos, hacia finales del verano, en agosto de este año. No todo será como antes de la pandemia, claro, pero se retomarán muchas de las actividades que la población abandonó.
PERIODISTA: ¿Y cuáles son las perspectivas para el resto de la humanidad?
Fauci: En todo el mundo, la vuelta a la normalidad será más gradual, especialmente en los países donde la vacunación avanza a un ritmo lento. Creo que en estos lugares la rutina tardará un año más en estabilizarse y todo, o casi todo, en abrirse y liberarse. La buena noticia es que el consorcio de distribución de vacunas liderado por la OMS, COVAX, está demostrando ser una iniciativa competente para mejorar el acceso de las naciones más pobres a las dosis. Nosotros somos parte de ese consorcio. Otro hecho que veo con optimismo es que, incluso con algunos focos de resistencia, la humanidad se ha inclinado hacia la ciencia, única vía para vencer este virus.