Escuelas del poder:
Pese a defender la educación pública, los dirigentes eligen escuelas privadas. Cuáles.
a qué co
legios privados mandan a sus hijos los dirigentes del oficialismo y la oposición. El debate por la educación pública.
La educación es un tema abordado permanentemente por las distintas fuerzas políticas en la Argentina. Tanto el peronismo como Juntos por el Cambio, en sus discursos hablan de la importancia de fomentar y mejorar la educación pública. Sin embargo, a la hora de elegir, unos y otros mandan a sus hijos a escuelas privadas. Es una decisión transversal.
En esta nota no se darán nombres de los funcionarios en cuestión para evitar posibles escraches a sus hijos en los claustros. Aunque hay casos que ya son públicos, como el de Mauricio Macri, que envía a su hija Antonia al Liceo Franco Argentino del barrio porteño de Belgrano.
En el bando del macrismo, sus integrantes suelen inclinarse por colegios exclusivos, entre los que puede mencionarse el Saint John’s, que posee cuatro distintas sedes con sus respectivos campos deportivos en la zona norte de la provincia de Buenos Aires: Martínez, Béccar, Pilar y Escobar. O el colegio Saint George’s ubicado en el partido bonaerense de Quilmes, que posee un completo campus que incluye los niveles inicial, primario y secundario. Otro colegio a los que acuden los herederos de los dirigentes de Juntos por el Cambio es el bilingüe Northlands que incluye niveles primario y secundario, y a su vez posee dos sedes, una en Olivos y otra en Nordelta. Todos estos colegios poseen cuotas mensuales que no bajan de las 40 mil pesos como piso.
A su vez, en el caso del peronismo, también sus dirigentes suelen llevar a sus hijos a escuelas privadas, entre ellas, el Colegio del Sol que se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires, en Palermo, especializado en una currícula progresista. Esta incluye tanto el nivel inicial como el primario, con materias que incluyen formación ética y ciudadana, informática, tecnología, inglés, etcétera. Paradójicamente, una de las figuras del cristinismo que más se opuso a la apertura de escuelas decretada por Horacio Rodríguez Larreta en suelo porteño tiene a sus hijos en ese colegio, que sigue abierto en plena segunda ola pandémica.
En el mismo barrio también hay quienes eligen el colegio Aletheia, que incluye primaria y secundaria con un enfoque bilingüe, y donde, más allá de alguna excepción peronista, priman los hijos del otro lado de la grieta, los de cambiemos. Un espacio donde sí gana el PJ es en el Instituto Pedro Poveda en Vicente López, relacionado con la Iglesia Católica, con niveles inicial, primario y secundario y su propio laboratorio de ciencias, edificio histórico y biblioteca en otros idiomas. Otro colegio elegido por los miembros del oficialismo es el Santa Teresa, en Tigre. También estas instituciones poseen cuotas mensuales que no bajan de las cinco cifras.