OTROS PROYECTOS
No solo las grandes multinacionales desarrollaron vacunas. En todo el mundo, los países con trayectoria en biotecnología alentaron la investigación local y, además de Pfizer, Moderna, Jannsen de Jhonson & Jhonson o las vacunas ya conocidas en Argentina del Instituto Gamaleya y Sinopharm, existen otras candidatas en proceso. El país, de hecho, mantiene conversaciones con las autoridades de Cuba para comprar dosis de su vacuna “Soberana”, así como con Cansino, que desarrolló Sinovac, clave en el plan de vacunación chileno.
Algunos laboratorios que están en plena fase de investigación advirtieron que Argentina podría ser un buen lugar para llevar adelante los estudios de la vacuna denominada
“Brilife”. Así lo planteó, por ejemplo, el embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, quien contó que ya hubo reuniones bilaterales.
Además, el 19 de mayo se supo que la Anmat autorizó el ensayo clínico de Fase II del desarrollo llevado adelante por el laboratorio canadiense Medicago en asociación con el gigante internacional GlaxoSmithGline. Se trata de una formulación novedosa basada en plantas y que ya abrió su convocatoria en Argentina para sumar 5.000 voluntarios. Seis centros médicos nacionales que reclutarán a los pacientes, entre ellos el Hospital Militar Central (el mismo que realizó el ensayo de Pfizer/BioNTech) y Mautalen.