La duda bonaerense:
A días del cierre sigue la danza de nombres. Los miedos de CFK y la rabieta de Alberto. El tapado K y la presión sobre Cafiero.
la danza de candidatos del oficialismo en el mayor distrito electoral, desde Tolosa Paz hasta Insaurralde y Cafiero. Kreplak, el tapado.
Jorge Landau tenía un secreto. Cada vez que se acercaba la época de elecciones iba a hablar con el hombre que, para él, más entendía de la realidad política argentina: su jardinero. “Mi termómetro”, lo llamaba, y contaba que había vaticinado la victoria de Alberto Fernández, la de Macri, la de Cristina y la de muchos presidentes más. En la mañana del martes 13, en el velatorio del histórico apoderado del PJ en el Congreso, los miembros del Gobierno que se acercaron estaban buscando a esta figura mitológica. “Capaz que nos ahorramos una fortuna en la campaña”, decía uno. El oficialismo necesita cualquier ayuda.
El cierre de listas del sábado 24 va a ser el primero, en casi 40 años, que no lo comande Landau. Una rareza histórica, a la que se le suma el hecho de que esta nueva cepa del peronismo está entrando a unas elecciones legislativas de final incierto. Hasta ahora, ningún gobierno que se referencie en el General perdió jamás las primeras votaciones intermedias luego de alcanzar el poder. Pero las anomalías no se quedan ahí: a días de tener que definir los nombres al frente de la boleta en Buenos Aires, los candidatos brillan por su ausencia. “Es que nadie quiere quedar como la cara de una posible derrota o de un triunfo muy ajustado”, razona uno de los cerebros de la campaña. ¿Qué pronosticaría el jardinero?
CHISPAS. El cierre de listas llega en uno de los peores momentos en la dinámica interna del Frente. Alberto, por primera vez, le contestó un dardo directo a Máximo Kirchner (“el que piensa que los laboratorios me van a doblar la mano se equivoca, antes me voy a casa”, una respuesta directa a lo que había dicho el camporista días atrás), mientras que del otro lado amenazan con aceptar la chicana presidencial y dejar que el mandatario se vuelva a su domicilio. “Si queremos ganar en Buenos Aires nos vamos a tener que separar de Alberto”, cuenta uno de los funcionarios cercanos a CFK. Es que el Presidente orilla los números de imagen más bajos desde que comenzó la gestión.
Quien encabeza estas preocupaciones es CFK. “Si al Gobierno le va mal, le va mal a ella”, explican cerca suyo, a contramano con la lógica de que la vicepresidenta busca limar la figura de su compañero de fórmula. Cuando ella envía dardos directos, como “funcionarios que no funcionan”, es más por un cálculo para contener a los propios o una rabieta de esas que dicen que suele tener, que una idea
pensada de dañar la imagen presidencial. Pero porque no está conforme con el rendimiento del Gobierno ni con los números que le alcanzan es que decidió ponerse la campaña al hombro y caminar la Provincia. Será ella la que tenga la voz final en Buenos Aires, aunque ya mantuvo charlas en Olivos por este tema.
Entre las tensiones y el final ajustado -que el FDT gane por dos o tres puntos, viniendo de ganar por 14 en el 2019, sería visto como una derrotaes que las definiciones se van a demorar hasta los últimos días. Martín Insaurralde, que viene de protagonizar un acto con CFK y otro con Alberto, pica en punta, en lo que además sería un gesto hacia los intendentes. Cerca suyo dicen que está bien en Lomas de Zamora, idea que comparte Kicillof, que no quiere sumar rivales en el 2023. Gabriel Katopodis es otro que convence, y que además envía la señal de una lista albertista. Dependerá, en ese caso, de lo que haga Santiago Cafiero, al que muchos quieren ver en PBA para que deje libre su puesto en el Gabinete. En la Rosada aseguran que él prefiere quedarse ahí, salvo que el Presidente se lo pida expresamente.
Scioli no descarta competir, envalentonado con la victoria de la Selección en Brasil, pero el oficialismo no quiere sumar otro posible presidenciable a la competencia. Victoria Tolosa Paz, que junto a su esposo “Pepe” Albistur vieron la final de la Copa con el Presidente, sigue siendo la mujer que mejor mide en la Provincia. En el Gobierno dan por descartado que va a tener un lugar preponderante. Sergio Berni, en cambio, parece más lejano, aunque se vende como candidato en cada oportunidad que tiene. Final abierto.