Con pasta de líder
El exitoso SUV de la marca alemana suma un nueva versión con motor turbo. Amplio interior.
La llegada del Volkswagen T-Cross a nuestro mercado representa una de las apuestas más fuertes de la marca alemana ya que se trata de un segmento que viene creciendo de manera sostenida. Este vehículo es una suerte de continuación natural de los modelos que comparten plataforma (la versátil MQB) con él, por eso, su diseño muestra puntos de contacto con el Polo y Virtus, especialmente en el sector de la trompa. Lógicamente, dado su estilo particular, altura, laterales y remate posterior difieren y son los que le otorgan personalidad.
El T -Cross proviene de Brasil y busca afianzarse en el liderazgo de su segmento en lo que va de este 2021, si bien logró con su motor 1.6 aspirado alcanzar muy buena aceptación por parte del público, la motorización turbo alimentada era una asignatura pendiente que por motivos de la pandemia se vio retrasada.
La incorporación del nuevo impulsor 1.0 TSI de 116 CV, lo veremos en las versiones Comfortline y Highline, asociado a una caja automática Tiptronic de 6 velocidades, mientras el Trendline mantendrá el clásico aspirado.
Este nuevo propulsor le permite desarrollar un torque de 200 Nm, uno de los más altos del segmento donde compite, permitiéndole buenas reacciones y valores de performance pero sin comprometer el consumo. Otra de las incorporaciones junto al nuevo impulsor es el sistema multimedia VW Play desde el nivel Comfortline. Compuesto por una pantalla táctil de 10”, no posee mandos físicos: su interfaz es similar a la de un smartphone, con una fácil e intuitiva navegación entre los diversos menús. El equipo cuenta con una memoria interna de 10 GB, lo que le permitirá al usuario poder descargar aplicaciones sin depender de la memoria del smartphone. Para ello, posee además una propia tienda de aplicaciones o App Store. Otra de sus características es que se podrán crear diversos perfiles de usuario, por lo que si al vehículo lo utilizan varios conductores, cada uno podrá tener un perfil configurado con sus preferencias. Asimismo, dispone de un “Modo Valet” que bloquea el acceso al sistema con una contraseña a fin de mantener la privacidad del usuario. Como era de esperarse, ofrece compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, con la posibilidad –en este caso exclusiva para usuarios del sistema operativo iOS- de conectar el smartphone vía Bluetooth sin necesidad de utilizar el cable USB.
En cuanto a precios el modelo Trendline tiene un valor de $2.437.000; el Comfortline $3.778.000 y el Highline $4.168.000.