LAS TASER AVAL MINISTERIAL
Chano está vivo porque tuvo suerte, se podría haber evitado con el uso de la pistola Taser”, dijo Sergio Berni el día en que se conoció la tragedia. El ministro de Seguridad bonaerense pidió volver a instalar el debate sobre la utilización de esta herramienta, a la que considera “fundamental para preservar la vida de los policías y los delincuentes”. Desde el ministerio que conduce Sabrina Frederic salieron a cruzarlo. Aclararon que no son ellos quienes regulan la compra de armamento sino la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), que depende de la cartera de Justicia. Y deslizaron, además, que “se comprobó que dichas armas pueden causar severas lesiones y/o la muerte”, y que “el propio fabricante desaconseja utilizarlas en casos de personas bajo los efectos de sustancias o con padecimientos mentales”.
cadena de desenlace, generó fuertes críticas y debates (ver recuadro). “Lo primero que hay que decir es que la intervención fracasó. Un abordaje que se hace para proteger a una persona no puede terminar con ella al borde de la muerte”, sintetiza a NOTICIAS Rodrigo Pomares, coordinador de Justicia y Seguridad Democrática de la Comisión por la Memoria (CPM). Para el abogado esto debió estar orientado “por dos criterios: el de la protección, y el del reconocimiento de que se trata de algo vinculado a la salud y no a la seguridad”.
En Capilla del Señor ya conocían el errático ir y venir de Chano y nadie era ajeno a su problema con las drogas. El presidente de RESET - Política de Drogas y Derechos Humanos, Mariano Fusero, señala que “si las personas que consumen son definidas por nuestra legislación como delincuentes, ¿cómo es que nos sorprende la intervención policial?”. Para Pomares, “el uso de la fuerza debe ser completamente excepcional y frente al riesgo de vida; y esa situación no parece ser el caso”. Sin embargo, los policías que declararon aseguran que la vida de su compañero sí corrió peligro. Es otro debate que se reabre con el telón de fondo de los alcances y competencias del personal policial.
Jorge Vidal, policía y especialista en Gestión de la Seguridad Pública, difiere al respecto y cree que frente a la amenaza de vida que sintió Facundo Amendolara, no le quedó otra opción. “De haber tenido otro método disuasorio o de reducción (como pueden ser las Taser) y si el espacio de reacción le daba la posibilidad de actuar, hoy tendríamos a un Chano internado y a un policía sin problemas judiciales”, plantea a
NOTICIAS. Y advierte que la policía “no está formada ni preparada para muchas cosas, y hay que refundarla desde cero, no reformarla”.
Las preguntas en torno a lo sucedido son muchas y pocas tienen respuesta. ¿Puede la policía intervenir de otra manera frente a casos psiquiátricos? ¿Qué se pudo haber hecho antes? ¿Qué alarmas se desoyeron? ¿Podrá la sociedad verlo como un enfermo y no como un rockero excéntrico?
El caso de Chano abrió el debate.