Agustín Rossi:
Rompió la unidad oficialista al ir de candidato en Santa Fe, pero lo había alentado Alberto.
el renunciado Ministro de Defensa rompió la unidad del oficialismo con su candidatura en Santa Fe. Cómo Alberto F lo impulsó y después no pudo bajarlo.
El primer objetivo del Frente de Todos, de cara a la campaña, parecía cumplido: es tarea del oficialismo mostrarse unido y, en líneas generales, lo habían logrado. Sin embargo, la presentación en Santa Fe de la lista de Agustín Rossi, entonces ministro de Defensa, los descolocó. Al “Chivo” lo subió a la carrera el Presidente y ya nadie lo pudo bajar. A esta altura, se transformó en el candidato díscolo de las legislativas.
Si hay un dirigente que siempre estuvo alineado al kirchnerismo e hizo caso a la voz de mando de Cristina fue Rossi. Por eso, el acto de rebeldía sorprendió: Alberto Fernández lo quiso usar para disciplinar al gobernador Omar Perotti, para que no armara las listas de forma inconsulta. Pero en el amague perdió la pelota. “El Chivo” se subió a la jugada y vio la oportunidad de instalarse de cara a la gobernación en 2023: “Sos el que más mide, pero tenés un techo bajo”, le hicieron saber desde la Casa Rosada, por su imagen negativa. El ministro no sucumbió: “Me explican de pisos, de techo. Yo les hablo de política y ustedes de arquitectura”, ironizó.
EN CAMPAÑA. El lunes 2, Rossi hizo la presentación de la lista frente al Monumento de la Bandera, en Rosario. El jueves 5 repitió en Santa Fe capital, siempre acompañado de su ladera, la vicegoberandora Alejandra Rodenas, que competirá contra su compañero de fórmula. Desde que tomó la decisión, la ex jueza cortó todo tipo de comunicación con Perotti. A esta altura, el peronismo santafesino es un polvorín. Lo único que intentan
hacer es un control de daños.
Las charlas entre Rossi y Perotti duraron 48 horas más, tras el cierre de listas. El Presidente, que intentó pero no pudo bajar de la candidatura a su ex ministro, le pidió que hiciera un esfuerzo por lograr la unidad. No hubo acuerdo.
Según el ex ministro, la intención de Perotti era colocar a su delfín como cabeza de lista y ser quien se adueñe de la lapicera en Santa Fe. “Está imitando el modelo Córdoba. Hasta el nombre copiaron”, les aseguró a los suyos luego de conocer que la lista en la provincia se llama Haciendo, parecida a la que usa el gobernador Juan Schiaretti.
Pero la jugada de Rossi quedó desacreditada cuando Perotti visitó el Instituto Patria y acordó las listas con Cristina. De hecho, sus candidatos quedaron intercalados. Pero la unidad ya estaba rota. El candidato díscolo ya se había subido al ring.
Los dardos de Rossi a Perotti se Pero ahora van por más: la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, siempre es mirada con recelo por su relación con Cristina. El ministro de Economía, Martín Guzmán, genera desconfianza aunque ha sido útil hasta el momento. Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y multiplicaron y las primeras encuestas le dieron una buena noticia: “Hicimos que arranquen la campaña preocupados”, decían entre risas en el equipo del ex ministro. Los números lo ubican, en la grilla de largada, entre cuatro y seis puntos arriba de Marcelo Lewandoski, el candidato del consenso.
De todas maneras, Rossi le baja la efusividad a sus colaboradores. Sabe que hacer campaña contra el gobernador no es fácil: su equipo y sus recursos son limitados. Un responsable de campaña en cada departamento y un equipo de distribución de votos y fiscalización en todas las localidades. Poca artillería para enfrentarse al oficialismo.
LA PELEA. Lo de Perotti también registra Matías Lammens (Turismo) también trabajan bajo la lupa K. Las elecciones que vienen volvieron a instalar el debate acerca de la necesidad de “oxigenar el Gabinete”. Casualmente, los apuntados son más cercanos al Presidente que a la vice. p pocos antec cedentes: para demostrar su ap apoyo absolut luto a la lista acord acordada con la vicepre vicepresidenta, el gobernador se incluyó como candidato a senador suplente.
En el entorno del mandatario provincial hubo varias voces que se alzaron en contra de la jugada: es que al estar su nombre en la lista podría transformar la legislativa en un plebiscito de su gestión. Si pierde, queda expuesto para lo que resta. Hizo caso omiso a los consejos y se mandó.
El acuerdo con el kirchnerismo también sorprendió: el gobernador mantiene una relación que en su entorno definen como “correcta, aunque distante”. Los chispazos por el intento de expropiación de Vicentin y las críticas hacia la suspensión de la exportación de carne los alejaron. Pero aún con diferencias, la necesidad de ganar en una provincia clave los acercó.
En la presentación de la lista oficial participó Alberto Fernández. Y como si eso no fuese suficiente, en el Patria organizan una foto que podría aparecer en el inicio o en el final de la campaña, con Cristina, Lewandoski y la candidata K, María de los Ángeles Sacnun.
Esa imagen, que valdría más que mil palabras, entienden que sería demoledora para Rossi, quien conserva un núcleo duro de votantes bajo su condición de kirchnerista ortodoxo. El ex ministro se mantiene firme en sus intenciones. Y el peronismo en Santa Fe sigue al rojo vivo.