Alejandro Gawianski: arquitecto, desarrollador y emprendedor pionero de los espacios co-working, está casado hace tres décadas con Mónica Gutiérrez.
Arquitecto, desarrollador y emprendedor pionero de los espacios coworking, está casado hace tres décadas con Mónica Gutiérrez.
Si algo transmite Alejandro Gawianski, es una sensación de calma absoluta. Como la de esos tripulantes que uno buscaría con la mirada cuando uno viaja en un barco que está por atravesar una tormenta. Serenidad en sus tonos y movimientos, una quietud que para nada implican que esté quieto. Algo que no es tema menor, para alguien calzado con el traje de empresario y desarrollador de edificios inteligentes de oficinas, que debe sortear los tiempos de esta pandemia, nada menos que en la Argentina. “Soy una persona que me gusta abandonar lo conocido y tomar riesgos para hacer un sueño. Soy cero pesimista”, aclara este arquitecto experto en capear turbulencias, presidente de Open Office (empresa de equipamientos de oficinas) y HIT (Hoteles de Innovaciones Tecnológicas), criador de caballos de carrera, pintor y saxofonista amateur, casado hace tres décadas con la periodista Mónica Gutiérrez y padre de Greta (25), Azul (24) e Ian (21). Un asceta sobreviviente del entorno argento donde invertir es tierra de guapos y estrategas. Sin prisa, pero sin pausa, y a pesar de cuarentenas y protocolos, piensa reconvertir el desolado microcentro porteño y formatear nuevos hábitats para las demandas jóvenes.
NOTICIAS: ¿Cómo pasó de arquitecto a emprendedor?
Alejandro Gawianski: Fui arquitecto independiente, después me hice cargo de la empresa familiar (La Europea) por más de 20 años. Pero me cansé de remar en dulce de leche, en algo que no me llenaba, por lo tanto adquirí de ahí toda mi experiencia empresarial para hacer algo que me apasionara hacer. Hace 10 años desarrollé HIT, porque quería construir con valor agregado. Quería focalizarme en nuevas formas de trabajar. Me gustaba la idea de la amenidad en el trabajo.
NOTICIAS: Se sabe que el argentino tiene una debilidad por invertir en ladrillos.
Gawianski: Nuestro peso es como un helado que se te derrite en la mano. Por eso para mucha gente el ladrillo es el refugio de valor. El que tiene capacidad de ahorrar, normalmente compra dólares y los guarda. Pero el dólar no es una inversión, es un refugio ante una devaluación del peso, pero no genera una renta de por sí. El real estate en la Argentina por lo general se mantuvo dolarizado, y si invertís ahí, tenés un resguardo patrimonial de valor.
NOTICIAS: Hoy la zona del microcentro es tierra desierta. La cuarentena hizo estragos en todos los negocios de una zona que se movía con oficinas y turismo. ¿Qué va a pasar con ese sector de la Ciudad?
Gawianski: Yo participo activamente en el desarrollo de ideas para el Gobierno de la Ciudad. Fui uno de los convocados durante el gobierno de Macri para dar ideas sobre el distrito tecnológico de Parque Patricios. Existen muchos casos exitosos en el mundo de levantar barrios degradados generando impacto impositivo. El microcentro es un área de mucha infraestructura sin uso y bastante alicaída, con un precio muy devaluado. Por otro lado, una de las necesidades y demandas insatisfechas del mercado es la vivienda joven. Los jóvenes necesitan viviendas accesibles. Entonces si hay una zona que está devaluada, les das condiciones impositivas a los desarrolladores para que inviertan, generen espacios y reconviertan la zona.
NOTICIAS: ¿Qué infraestructura crearán para seducir a ese público?
Gawianski: En el centro hay de todo. Lo que pasa es que con las oficinas terminaba todo a las seis de la tarde. Pero hay shopping, restaurantes, bares, teatros, quizás se necesiten centros educativos, pero hay que resucitar esa movida y atraer a los jóvenes. Mi ambición personal es enseñar a emprender. Por eso quiero
Creo más en la ciudad donde todo lo que necesitas está a quince minutos. migración fuerte a los barrios cerrados, pero se va a terminar en cuanto vuelva el tráfico.
que haya una universidad de innovación para no seguir mirando el pasado para enseñarte el futuro.
NOTICIAS: ¿Qué busca el mercado joven al que apunta?
Gawianski: Creo que su prioridad es estar donde pasan las cosas, o sea que lo social y comunitario es fundamental. Todos nuestros departamentos tienen que sí o sí tener una terraza. El afuera hoy es tan importante como el adentro.
NOTICIAS: No sólo en Argentina, sino que, a nivel mundial, hubo un éxodo de las ciudades hacia las zonas verdes.
Gawianski: Sí, puede ser, pero yo creo más en la ciudad de los quince minutos, donde todo lo que necesitas queda a ese tiempo de distancia. Con la pandemia hubo una migración muy fuerte de la capital a los barrios cerrados, en cuanto vuelva el tráfico en la Panamericana todos se vuelven al centro. No creo en ese modelo escapista.
NOTICIAS: ¿Qué piensa que va a pasar en las costumbres del hábitat?
Gawianski: Veo que el paradigma vital cambió. Nuestra generación quería poseer, y lo nuevo es disponer. Los jóvenes no quieren ataduras, son más nómades.
NOTICIAS: Tiene tres hijos, ¿alguno está incorporado en el negocio?
Gawianski: Tuve una mala experiencia personal de hacerme cargo de la empresa familiar y no quisiera que mis hijos hagan lo mismo. Que sigan sus sueños, sus propósitos. De ninguna manera los empujaría de prepo. Son libres e independientes y maravillosos. Azul sigue arquitectura, y a veces colabora con el nuevo proyecto, pero ella es la que tiene que ver qué quiere hacer.
NOTICIAS: Hace 28 años que están casados con Mónica…
Gawianski: Treinta… y de no
vios...
NOTICIAS: Qué romántico, pero ¿cómo hacen dos personas que se ven muy intensas en su profesión para coexistir tanto tiempo?
Gawianski: Mónica es muy intensa y excelente profesional, y mi rol para con ella, fue darle la tranquilidad y la libertad de poder ejercer su profesión por fuera de su trabajo. Ella supo dar su portazo cuando algo no iba bien, y no aceptó cosas que no ha querido hacer. Hoy es muy difícil monetizar su profesión, si querés hacerlo bien, sin caer en ser un operador de otros intereses. Muchas veces la han tentado de la política, pero no.
NOTICIAS: ¿Se piden consejos?
Gawianski: Rara vez. Porque somos muy distintos. Yo soy una persona que toma muchos riesgos…
NOTICIAS: Pero ella no aparenta ser miedosa.
Gawianski: En apariencia. Si le hubiera preguntado la mitad de las cosas que quería hacer, no me hubiera dejado. ¡Todo lo contrario! Ahora estoy haciendo un curso de piloto de avión. ¡Y ella no quiere ni siquiera escuchar el ruido del motor cuando sobrevuelo arriba del campo! Pero a mí me encanta que ella sea más cuidadosa. A mi me gusta emprender y aprender cosas nuevas. Me gusta sentirme vulnerable, me fortalece.
NOTICIAS: ¿Cuál fue la peor situación que le tocó vivir como emprendedor?
Gawianski: ¡No sé cuándo es la peor, porque hubo tantas! El año pasado nosotros veníamos creciendo muy bien, y de repente la cuarentena me cerró las oficinas, me paró la construcción y me impidió concretar un negocio importantísimo. El 15 de marzo, estábamos por firmar un contrato para traer a Google a la Argentina, y de repente cerraron todo. No podía firmar, y tenía miedo que Google se me fuera. Así que, peleando contra el gobierno, contra todo, hasta que conseguimos remontarlas todas.
NOTICIAS: ¿Cómo reacciona ante esas cosas?
Gawianski: Soy bastante Zen. Me gusta superar mis miedos. Sé que no es la primera ni la última, es sólo la piedra más reciente.
NOTICIAS: Más allá de su optimismo natural, ¿qué visualiza para el futuro del país?
Gawianski: No espero nada. La vida se expande y contrae en base a los riesgos y cobardías. Prefiero pagar el costo del riesgo que el del arrepentimiento. Creo que los cambios provienen de uno. Para mí, la felicidad se logra cuando alineas lo que sentís y pensás con lo que haces. La Argentina tiene un serio problema de confianza y de visión a largo plazo. Si priorizamos el trabajo creando las condiciones de previsibilidad para que los inversores puedan generarlo, se puede salir de este espiral de crisis de una vez por todas.