Córdoba: la lista encabezada por Alejandra Vigo y Natalia de la Sota es la sorpresa de la provincia.
Dos mujeres al frente de la boleta oficial en las legislativas de Córdoba. Familia política.
La pelea de los espacios provinciales es siempre la misma, de cara a las legislativas: conseguir que la elección no se polarice entre las principales coaliciones nacionales. Desde hace décadas, el peronismo cordobés lo viene consiguiendo. Tan lejos de Juntos por el Cambio como del Frente de Todos, lograron buenos resultados en los comicios.
En esta oportunidad, la boleta de Hacemos por Córdoba trae una novedad adicional: por primera vez está encabezada por dos mujeres. Pero además son dos dirigentes muy conocidas por los cordobeses: Alejandra Vigo, la esposa del gobernador Juan Schiaretti, y Natalia de la Sota, la hija del ex mandatario provincial José Manuel de la Sota.
CAMPAÑA. “En las elecciones de medio término nacional, el esfuerzo está en enfocar la campaña hacia Córdoba”, confiesa uno de los armadores del oficialismo provincial. Eso tiene una doble interpretación: la búsqueda de la no polarización y el objetivo de Vigo y De la Sota de “ir al Congreso a defender a la provincia”, tal como repiten en cada presentación de campaña.
“Acá pagamos el transporte más caro. Tenemos los servicios, la comida, la vestimenta más cara”, aseguró Vigo en una entrevista televisiva. A eso le apuntan, principalmente: a reducir las desigualdades entre los subsidios que recibe Capital Federal y el interior.
Antes de iniciar la campaña, Vigo y De la Sota apenas se conocían. Por lo tanto, había mucha expectativa acerca de cómo podían llevarse en el camino a las legislativas. De hecho, los equipos del partido no sabían si iban a tener que armar dos agendas paralelas, para evitar roces. No sucedió. “Nos sorprende la química que tienen”, confiesa una de las personas que acompañan a las candidatas. De hecho, ellas piden hacer sus apariciones siempre juntas.
OBJETIVO. La búsqueda en el oficialismo provincial es recuperar la banca que el espacio perdió en el Senado cuando Carlos Caserio se convirtió al kirchnerismo. Él también será de la partida en estas legislativas: ahora irá como el candidato de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, para intentar retener su banca.
En Córdoba, el Frente de Todos no suele hacer pie: “Es que no comprenden al electorado cordobés, quieren que la provincia se adapte al Instituto Patria. Eso acá, por idiosincracia, no va a pasar”, explican cerca de Schiaretti.
Pero cada sufragio es una nueva historia y nadie quiere que los votos se le fuguen. Por eso, a cada paso, Vigo y De la Sota insisten: “El peronismo en Córdoba somos nosotros”.
Sin reelección posible de Schiaretti en 2023, la de ellas podría ser un anticipo de lo que se viene. En el espacio aseguran que “todavía no se piensa en la sucesión”. Pero un buen resultado podría configurar más que una elección de medio término ganada: también podría ser una catapulta al Ejecutivo provincial.