Restaurantes:
La Parolaccia. Pres. Roberto M. Ortiz 1865, Recoleta. 4804-0016. Lunes a domingo de 12 a 23. Take away y delivery. Menú Parolacho: $1.990. Precio promedio a la carta: $ 1.800.
“La Parolaccia”. Presidente Roberto M. Ortiz 1865, Recoleta. 4804-0016. Lunes a domingo de 12 a 23. Take away y delivery.
Desde 1988 que es parte de paisaje porteño. Hoy tiene diez sucursales y un éxito de público sostenido que tiene una explicación: La Parolaccia sirve la cocina italiana que les gusta a los porteños.
Las porciones son generosas, las salsas abundantes, y los rellenos rebozantes. El servicio esmerado y la ambientación clásica son un viaje al pasado, a su mejor versión. Esa es la sensación al visitar su último local inaugurado, en Recoleta, donde las sombrillas de la vereda y el extenso salón, parecen haberle devuelto algo de su viejo brillo al corredor gastronómico frente al cementerio.
Hay clásicos que se mantienen desde siempre como los sorrentinos Gran Caruso (¿sabía que los sorrentinos son un invento argentino, creado en la Trattoria Napolitana de Mar del Plata por inmigrantes nostálgicos?). Otros platos que están en la carta desde el principio son los fusilli al fierrito Don Corleone –elaborados a mano uno por uno, algo que ya pocos hacen- con (mucha y buena) salsa pomodoro fresca, alcaparras y aceitunas negras; y los ravioli neri al salmone, un hit de los 90, rellenos de mousse de salmón, con crema y verdeo. La carta tiene 19 variedades de pastas frescas amasadas en la casa, entre ellas unos deliciosos ravioles de alcauciles. Otro clásico memorable es la panera: históricamente, de las mejores de la ciudad.
También como en los restaurantes de antes, la carta es extensa y no falta nada: antipasti, risotti, carnes y pescados y postres (excelente flan de claras, super cremoso y con mucho caramelo). La sensación es que la calidad no fue pareja en todos estos años, pero la historia parece haber cambiado. La pasta seca es italiana, el aceite de oliva de los mejores de Argentina, los quesos de primera marca al igual que el café, que puede tomarse al paso en cualquier momento del día. Tienen también una buena barra, con tragos clásicos y de la casa, ideales para disfrutar al atardecer.
El menú Parolacho, con entrada, plato, postre, y una botella de vino cada dos personas, es una buena excusa para volver, y volver.