Adiós a Oyarbide:
Falleció a los 70 por Covid y neumonía. Los escándalos políticos y judiciales por los que será recordado. Despedida sin honores.
murió el más polémico de los jueces federales de Comodoro Py. Excentricidades y salvataje judicial para Menem y los Kirchner.
Norberto Oyarbide leía su descargo ante la Comisión de Juicio Político, en el Congreso. “Qué me dicen ustedes si yo les digo que ese video es falso”, argumentó ante los legisladores, en referencia a las imágenes donde se lo veía en el prostíbulo gay Spartacus. Las imágenes eran reales y aquel momento de 1998 iba a ser la primera explosión mediática de uno de los magistrados más polémicos y acomodaticios de la historia. El símbolo de una escandalosa Justicia federal.
A los 70 años murió Oyarbide, luego de pasar dos meses internado por un cuadro de Covid y neumonía bilateral. En la noche del miércoles 1º de septiembre se fue el juez del poder: el hombre que benefició a menemistas y kirchneristas por igual, lo que le valió la posibilidad de atornillarse a su cargo y vivir la vida de lujo que deseaba. Con Mauricio Macri parecía que se le acabaría su suerte, pero tampoco le fue tan mal: el ex presidente le aceptó la renuncia, cuando estaba jaqueado por los juicios políticos. Fue una salida elegante ante tanta presión y lo que le valió obtener una jubilación de privilegio para continuar con sus excentricidades.
POLÉMICAS. Nacido en Concepción del Uruguay en 1941 y criado en Villa Elisa, Entre Ríos, Norberto Mario Oyarbide tuvo una infancia menos glamorosa que la vida que consiguió de adulto. Entró como secretario al Poder Judicial en 1976 y fue nombrado juez federal en 1994.
Su incursión por Spartacus le valió una sanción, pero pudo zafar del juicio político juntando voluntades y a espaldas de todos: la resolución salió el 11 de septiembre del 2001, cuando el mundo miraba la caída de las Torres Gemelas en Nueva York. No fue su único escándalo mediático: un anillo de diamantes, que él ostentaba diciendo que pagó 250.000 dólares, le valió tener que dar explicaciones.
Pero nada de su vida privada, como sus gustos excéntricos, su afición al champagne o sus bailes exóticos fueron tan graves como su actuación en la Justicia.
Oyarbide se convirtió en el juez elegido por el Poder Ejecutivo. Le dictó falta de mérito a Carlos Menem por la causa de las supuestas cuentas en Suiza que el entonces presidente no había declarado, pero también sobreseyó en tiempo récord a Néstor y Cristina Kirchner por enriquecimiento ilícito. No anduvo con vueltas: dio por cierta la declaración jurada preparada por el contador del matrimonio presidencial y en cuatro meses sentenció que no había delito.
Ya con Macri en la presidencia, e involucrado en la causa de los cuadernos de Oscar Centeno, el polémico juez había denunciado: "Me apretaron el cogote para sacar las causas de los Kirchner”. Pero luego, en el ámbito judicial, suavizó sus declaraciones y tuvo paz, otra vez.
Oyarbide ostentó un des