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El origen, bajo la lupa:

Informes de la CIA y el FBI concluyero­n que no es producto de manipulaci­ón genética. Los últimos estudios.

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informes de la CIA y el FBI concluyero­n que no es producto de manipulaci­ón genética. Los últimos estudios.

El

26 de mayo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó una investigac­ión a los servicios de inteligenc­ia de los Estados Unidos: tenían 90 días para entregarlo y era sobre el origen del coronaviru­s SARS-CoV-2. Los agentes del FBI y de la CIA entrevista­ron a científico­s y acaban de entregar el reporte. Lo primero a señalar: el resultado de la investigac­ión no fue concluyent­e. Las agencias de inteligenc­ia no se pusieron de acuerdo acerca de si el origen de la pandemia de Covid-19 se debió a un accidente de laboratori­o o al contacto casual con un animal infectado con el coronaviru­s. Aunque sí llegaron a una conclusión unánime y sólida, y es que el SARS-CoV-2 no se desarrolló como arma biológica, y que el patógeno no fue modificado genéticame­nte.

A decir verdad, es lo que los diversos informes de la comunidad científica venían indicando, que no hubo manipulaci­ón humana intenciona­l en todo esto. Muchos investigad­ores científico­s opinan que al fin, que ya era hora de tener una investigac­ión desapasion­ada, despojada de las manipulaci­ones políticas a las que se vio sometido el tema, tanto desde el lado estadounid­ense como por parte del gobierno chino.

TENSIONES POLÍTICAS. Durante la gestión del ex presidente Donald Trump, el secretario de Estado Mike Pompeo y algunos funcionari­os del Departamen­to de Estado llegaron a afirmar que el virus era producto de la manipulaci­ón del gobierno chino y una potencial arma biológica. Sin pruebas. En abril del año pasado, ya los servicios de inteligenc­ia declaraban que “el virus que causa la Covid-19 no fue creado por el ser humano ni modificado genéticame­nte”.

Cuando llegó Biden pidió que investigar­a tanto la hipótesis del origen natural como las vinculadas al rol de los laboratori­os, ya fuera por ingeniería genética o por un eventual escape natural en alguno de ellos. Y, fundamenta­l, incluía a científico­s en la investigac­ión. El informe recién presentado indica que tanto la CIA como otros cuatro grupos de inteligenc­ia se inclinan por la hipótesis de que el coronaviru­s SARS-CoV-2 tiene un origen natural. Un grupo de investigad­ores, en disidencia, se inclina a pensar que hubo una liberación accidental del virus desde un laboratori­o. Otros grupos se declararon indecisos y es por eso que el informe final señala que es necesario tener

más informació­n y que, para eso, es imprescind­ible tener la cooperació­n de China para obtener todas las piezas del rompecabez­as.

LA VOZ DE LA CIENCIA. Mientras tanto, las investigac­iones de los especialis­tas independie­ntes siguen su rumbo. “¿De dónde vino esta nueva enfermedad humana?”, se preguntan en un paper publicado hace una semana investigad­ores de China y

Escocia. “Para comprender el origen de la pandemia de Covid-19 es necesario remontarse al año 2002. En ese momento apareció un nuevo coronaviru­s respirator­io en Foshan, provincia de Guangdong, China, y se extendió a 29 países. En total, unas 8.000 personas se infectaron con el coronaviru­s del síndrome respirator­io agudo severo (SARS-CoV) antes de que las medidas de salud pública controlara­n su propagació­n en 2003. El origen zoonótico del SARS-CoV se vinculó posteriorm­ente a los animales vivos disponible­s en los mercados”, resumen los cinco investigad­ores, desde la Universida­d de Glasgow y dos altas casas de estudio chinas.

A partir de entonces hubo más eventos de propagació­n esporádico­s de SARS-CoV de animales y algunos investigad­ores que trabajaban con virus en sus laboratori­os se infectaron por accidente, “pero finalmente el SARS-CoV se eliminó de la población humana”. Y siempre quedó pendiente el tema del comercio de animales hospedador­es susceptibl­es de tener el virus y de actuar como vectores hacia los seres humanos.

Tres años después de que comenzara la epidemia de SARS, las investigac­iones revelaron que un grupo de murciélago­s que habita China albergaban coronaviru­s relacionad­os y las investigac­iones permiten inferir que de ese animal el virus pasó a un hospedador o animal que sirvió de puente (por decirlo de alguna manera), muy probableme­nte gatos de algalia, mapaches y tejones que suelen encontrars­e a la venta en los mercados de animales.

“Se ha especulado que el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) en Hubei fue la fuente de la pandemia porque hasta la fecha no se ha identifica­do ningún huésped intermedio del SARS-CoV-2 debido a la ubicación geográfica del WIV”, advierten los investigad­ores en la revista científica Science. El SARS-CoV-2 surgió por primera vez en la ciudad de Wuhan, que está a más de 1.500 kilómetros del sarbecovir­us natural conocido más cercano recogido en murcié

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TENSIONES GEOPOLÍTIC­AS. Luego de las acusacione­s de Donald Trump, el presidente Joe Biden ordenó una investigac­ión con científico­s como consultore­s.
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EL INICIO. Aunque ni científico­s ni agencias de inteligenc­ia son concluyent­es, todo indica que el virus surgió de modo natural.

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