EL CASO BENEDICTO
Los antecedentes de renuncias papales son poco frecuentes. Pero existe un caso cercano. Justamente el de quien antecedió a Francisco, el papa emérito Benedicto XVI, quien está "extremadamente frágil". A los 93 años, enclaustrado en un convento del Vaticano ya ha dado instrucciones para su funeral: quiere ser enterrado en la antigua tumba de Juan Pablo II, de quien fuera mano derecha: en 1981, Karol Wojtyła lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que lo convirtió en el principal custodio de la doctrina. En 2005 sería electo papa, pero ocho años más tarde, Joseph Ratzinger entregaría el cargo aduciendo "edad avanzada" y falta de "fuerzas para ejercer el ministerio de Pedro". Y se convertía en el primer papa en renunciar en casi 600 años.