Twitch, el furor del momento:
Es una red social con streaming y chats en vivo. Los expertos opinan que será la TV del futuro. El negocio que la sostiene.
es una red social con streaming y chats en vivo. Los expertos opinan que será la TV del futuro. El negocio que la sostiene.
De vez en cuando, una nueva red social cae en el gusto del público por traer algún aspecto que no estaba contemplado en las plataformas hasta entonces disponibles en el mercado. El año pasado, la china TikTok ganó millones de fans al basarse en videos cortos, que en un principio se concentraron en los famosos bailes animados.
La fiebre actual es Twitch, una especie de streaming combinado con red social que se presenta a sus seguidores como la televisión del futuro. Twitch se ha convertido en un fenómeno global al explotar el encanto de las retransmisiones en directo, en un entorno de intensa interacción entre espectadores y presentadores.
Creado en 2011 como un espacio para jugadores de videojuegos, Twitch se mantuvo durante mucho tiempo como un producto de nicho. La audiencia twitchera no paró de crecer desde 2014, pero fue con la pandemia cuando dio su mayor salto: de 1,6 millones de espectadores promedio en marzo de 2020 pasó a los casi 2,6 millones semanales actuales, según la herramienta TwitchTracker. La cantidad total de streamers (nombre que se le da a las personas que viven en Internet) en agosto pasado fue de 8.070.762. La cantidad de usuarios únicos mensuales supera los 140 millones de usuarios únicos mensuales. En el primer trimestre, la cantidad de horas vistas alcanzó un récord de 6.340 millones, más del doble del tiempo que los usuarios dedicaron a YouTube, Gaming Live y Facebook Gaming.
Gaules, el nombre en Internet de Alexandre Borba, se unió a Twitch en el año 2018. Diagnosticado con depresión, el veterano de los eSports, como se llaman las competiciones de juegos electrónicos, encontró una actividad terapéutica en la plataforma. A través del chat, podía jugar y charlar online con las personas que lo veían. Un año después, la enfermedad de Gaules remitió y la rutina volvió a encarrilarse. En la pandemia vio la oportunidad de devolver a los espectadores la atención y la compañía que había recibido. Luego comenzaron las retransmisiones de hasta quince horas diarias, que se convirtieron en rutina.
Con 2,83 millones de seguidores y 36.400 suscriptores, el canal de Gaules en Twitch se encuentra entre los más populares del mundo. El año pasado, el streamer ocupó el segundo lugar en el ranking mundial de la plataforma, con 133 millones de horas vistas. Entre enero y junio, batió su propio récord, con un aumento de audiencia del 27% en comparación con el mismo período del año pasado.
NACIMIENTO Y DESARROLLO. El crecimiento refleja la explosión mundial de la plataforma creada como un brazo de Justin.tv, un portal creado en el 2007 por los estadounidenses Justin Kan y Emmett Shear, con base en los juegos en vivo, mercado que genera 137.800 millones de dólares
en ingresos anuales.
En el año 2014, Amazon adquirió el negocio por 970 millones de dólares. Durante este período, el contenido no relacionado con los juegos se cuadruplicó.
Twitch es un fenómeno que tiene varias explicaciones. Desde el punto de vista tecnológico, los equipos de computación y los diversos dispositivos conectados a internet han evolucionado mucho, con smartphones que traen cámaras potentes, capaces de transmitir imágenes claras y nítidas. El aumento de la velocidad de banda ancha y la llegada de la conectividad 5G también contribuyeron a que las transmisiones ganaran en calidad y en estabilidad.
Todo esto más los chats, que permiten la interacción entre streamers y seguidores cierra la ecuación. Es como unirse a la radio y la televisión en vivo, pero con interactividad instantánea.
Uno de los pioneros de Twitch Argentina es Martin “Coscu” Perez Disalvo, también creador de la Coscu Army, la comunidad más grande y antigua en el país. Allí se reúnen grandes nombres del stream argentino: Francisco “Frankkaster” Postiglione, -CEO 9Z-, Belen “La Chilena” Lawson, entre otros.
EL NEGOCIO. Hay otros puntos de atracción. Uno es la relativa facilidad de ganar dinero en la plataforma.
Para ello, sin embargo, es necesario ascender a la condición de afiliado y, posteriormente, a la de socio. Los espectadores se dividen en seguidores normales, con acceso a video y chats, y suscriptores. Estos últimos pagan una cantidad mínima de 4,99 dólares para ayudar a los presentadores, por lo que tienen algunas ventajas.
Otra forma de incentivar a los streamers es mediante la donación de bits, la moneda interna de la plataforma. El gran logro es el patrocinio de empresas, insertadas, en su mayor parte, de forma orgánica y no invasiva durante las transmisiones. Como un secreto es el alma del negocio, Twitch no revela porcentajes y valores transmitidos a afiliados y socios. Por otro lado, garantiza que destina mucho más del 5% al 10% de los dividendos, un rango en el que trabajan otros competidores, como YouTube.
Actualmente, la mayor audiencia de Twitch se concentra en el grupo de edad de 16 a 24 años, lo que se explica por ser un terreno neutral, donde no hay familiares que lo vigilen, como puede suceder en otras redes, Facebook por ejemplo. Aún así, Twitch no es una tierra sin ley. Otra de las características de la plataforma es que prevalece un entorno colaborativo y muy respetuoso. Y eso, por caso, valió inclusive para Jair Renan, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien el año pasado fue prohibido por violar los códigos de conducta de la plataforma al negar la existencia de la pandemia durante una transmisión.
PROTESTA. El primer miércoles de setiembre buena parte de las pantallas que transmiten en directo se fueron a negro en medio de una protesta contra los ataques o raids de odio. En sí mismo, el raid es una función que permite a los streamers enviar su audiencia a otro canal de Twitch al final de su emisión, como manera de apoyar y recomendar otros canales. Pero esa función solidaria está siendo también usada para realizar acosos racistas, homófobos o machistas en grupo y de manera organizada: se selecciona un canal, se ejecuta el raid y el chat del streamer atacado se inunda de repente de insultos y discurso de odio.
Dos de las principales estrellas de Twitch a nivel mundial se unieron a la medida de protesta, Ibai Llanos (famoso en el mundo del fútbol que ha despertado más de una expresión de celos entre periodistas deportivos del mundo televisivo) y Raúl Álvarez (AuronPlay), que suman 7,6 y 9,8 millones de seguidores respectivamente.
En el mundo de las redes sociales, Twitch está brillando, al menos hasta que aparezca algo nuevo.