La transformación de Ingrid Grudke: Los cambios que tuvo que llevar adelante para llegar de las pasarelas a un concurso internacional de fisicoculturismo.

De la pasarela a la competencia bodybuilding de Schwarzenegger. El feminismo y un reglamento que penaliza la celulitis.

La conocida modelo Ingrid Grudke luce un flamante cuerpo tonificado. Lejos del estándar que distingue la moda de alta costura, sus músculos están, según sus palabras, “trabajados, pero sin usar la hipertrofia”. A sus 45 años competirá por primera vez en el Arnold Sports Festival Europe 2021, en Sevilla (España). A lo largo del 2020, Grudke compartió en Instagram cada paso de su rutina para llegar a su objetivo: entrar al mundo del bodybuilding y el fitness, un ambiente que tensiona -al menos hasta cierto punto- los parámetros de lo que “debe ser” el cuerpo de una modelo. El viraje de Ingrid trajo abrumadores comentarios de apoyo, pero también generó incomodidad en algunos, que se lo hicieron saber: “No le des tanto a los fierros” o “parecés un hombre”, le pidieron, como rezándole al pasado.

DESAFÍO. Este año la conductora reveló que nunca sintió deseos de ser madre. “Antes no lo podíamos decir, ahora las mujeres nos comprendemos más y respetamos nuestras decisiones", contó. Tras separarse de

Cristóbal López formó pareja con el marplatense Martín Colantonio, con quien comparte su afición por los deportes y los negocios. Y a ese proyecto de vida le sumó entrena

MARÍA INÉS LANDA INVESTIGADORA CONICET En general la producción del músculo se asocia a un género, y la regulación de este deporte sigue vinculada a eso”.

miento. “Quería moverme, hacer algo dentro de casa por un tema de salud. Tengo problemas respiratorios y esto me mejoró mucho. Al ver mis cambios y cómo respondían los músculos, mi entrenadora (que sí es físicoculturista) me dijo que tenía el cuerpo para la categoría Fit Model y que sería bueno que me presente”, contó Grudke.

Aseguró que “se puede hacer a cualquier edad y que no tiene que ver sólo con lo lindo de un cuerpo trabajado: va más allá, es el bienestar, sentirse bien de cara al futuro”. Su preparación incluyó aprender a posar y desfilar de nuevo, un entrenamiento diario de una hora y media y estrictos controles nutricionales: “Nos preparamos para esto de una forma seria”, aclaró.

CULTO AL MÚSCULO. La investigadora María Inés Landa se aboca a los estudios sociales y culturales sobre el cuerpo. Advierte que "el deporte es un espacio donde se disputan los géneros y, en general, la producción del músculo está asociada a lo masculino como hegemónico".

Si bien la regulación de este deporte intentó aggiornarse a tiempos feministas propiciando una categoría, como la que compite Grudke, en la que se premie una "estética femenina", las reglas terminan reproduciendo el modelo binario hombre/mujer.

El Fit Model es una de las más nuevas categorías de bodybuilding. Nació en 2015 y la norma que la regula es taxativa. La musculatura se evalúa no por su uso funcional sino por su belleza. Según la estricta letra del reglamento, en este rubro las participantes deben mostrar “feminidad, estilo, bellos contornos, buena tonificación muscular, confianza y una atractiva presentación”. El físico, dice, debe ser “firme” y “por sobre todo no tener celulitis".

Para Landa “todos los mundos tienen una gramática que los regula. Pero en este las mujeres pueden posicionarse diferencialmente, y justamente también, esa gramática no es cerrada”. Aunque el deporte reguló los cuerpos en clave de género (vestidos, maquillaje, uñas, depilación), quienes compiten intentan derribar mitos sobre las estructuras corporales vinculadas a la mujer. “Hay toda una experimentación en cómo se posicionan las mujeres y lo que entienden que debe ser su femineidad”, dice Landa.

Entusiasmada por la experiencia, Grudke recién arranca. Su futuro en la disciplina es incierto, aunque en el deporte de competición, el horizonte de proyección está siempre abierto.