LA CANCELACIÓN
Hasta el 8 de agosto de 2016, Gustavo Cordera era una estrella del rock argentino. Si bien históricamente había transitado por los carriles de la polémica, sobre todo cuando en el 2009 decidió irse de la Bersuit Vergarabat en medio de un escándalo y acusaciones cruzadas con sus compañeros, jamás había sido discutido como uno de los grandes referentes de la cultura nacional. Sin embargo, ese día fue un quiebre. En una charla con alumnos de la escuela de periodismo TEA dijo: "Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente". Un estudiante que había grabado la exposición, difundió sus palabras en redes y comenzó el escándalo. Podría decirse que Cordera fue uno de los primeros "cancelados": las radios dejaron de pasar su música, se suspendieron los shows que tenía previsto con la banda de aquel momento, "La caravana mágica", todos sus colegas lo repudiaron y hasta tuvo que dar explicaciones en la Justicia: lo obligaron a cumplir una probation.
Desde aquel momento hasta hoy, Cordera se había mantenido en silencio. Se recluyó en Uruguay junto a su esposa, Silvia Céspedes, y sus hijos.