Encuentro de dos mundos
“Theodora”, versión escénica sobre el oratorio de Händel. Con Mercedes Morán, Yun Jung Choi, Martín Oro, entre otros. Dirección musical: Johannes Pramsohler. Régie: A. Tantanian. Teatro Colón. En una temporada inusual, condicionada por la pandemia, el Teatro Colón presentó el segundo espectáculo de su programación operística. El título elegido fue “Theodora”, uno de los últimos oratorios de Georg Friedrich Händel, estrenado en 1750 y ofrecido en esta ocasión en una versión escénica abreviada que buscó trazar un puente entre la protagonista, mártir cristiana del siglo IV, y el pensamiento de la teóloga feminista argentina Marcella Althaus Reid.
La propuesta de Alejandro Tantanian de poner en diálogo a ambos personajes parecía de antemano atractiva, pero el resultado final tuvo sus altibajos. Las ideas de Althaus Reid aparecieron en la voz de Mercedes Morán y a través de proyecciones de algunas frases, alternándose con escenas del oratorio. En esa coexistencia entre el pensamiento de la teóloga y la historia de Theodora, la obra de Händel pareció relegada a mera excusa para mostrar las profundas y potentes reflexiones de Althaus Reid. Recién al promediar el espectáculo, a partir de la liberación de la mártir, el encuentro entre los dos universos alcanzó una mayor fluidez.
En el plano musical, Johannes Pramsohler realizó una labor admirable como concertador y al frente de la Orquesta Estable, que logró el equilibrio exacto entre expresividad y liviandad. El elenco de solistas tuvo un desempeño parejo, con especial lucimiento de la mezzosoprano Florencia Machado, impecable como la fiel Irene, y el barítono Víctor Torres en el papel del cruel Valens. Tanto la soprano Yun Jung Choi (Theodora) como el contratenor Martín Oro (Didymus) brindaron actuaciones sólidas, y el pequeño ensamble vocal, que sustituyó al coro, exhibió precisión y musicalidad en sus intervenciones.