INTERNAS UNA ALBERTISTA
Cuando se produjo la rebelión de los ministros cristinistas en el Gobierno quedó marcada a fuego la línea divisoria entre los funcionarios que responden al Presidente y los que responden a la vice. Cristina Caamaño estaba en Paraguay, en una visita de trabajo al ministro de Inteligencia de aquel país, pero en los ratos libres miraba su cuenta de Twitter para monitorear todo lo que pasaba en Argentina. Desde esa misma cuenta envió una señal muy fuerte que la ubicó en el mapa de la interna del Gobierno. Sus gestos despejaron todas las dudas: es albertista. Cuando surgió la idea de convocar a una marcha de apoyo al presidente Alberto
Fernández organizada por el Movimiento Evita, Caamaño, cual millennial, decidió convalidarla con likes.
Pero tal vez la reacción más dura fue la que hizo frente a un tuit que planteaba una pregunta: “¿Bancás a Cristina Kirchner?” Los que decían que sí debían darle retuit y los que decían que no debían darle like. Caamaño le dio like. Luego de unas horas, todos esos movimientos fueron borrados y se “emprolijó” su cuenta, para evitar conflictos.
¿Por qué no la banca? Tal vez la respuesta esté dentro del Congreso. Si se mira en la comisión de Acuerdos del Senado, el pliego de Caamaño para confirmarla como jefa de la AFI sigue durmiendo dentro de un cajón, es decir que la jefa de los espías sigue estando a cargo del organismo, pero solo en calidad de interventora.