LÍDERES EN TEATRO
En el año 1999 la Asociación de Cronistas del Espectáculo invitó a su habitual ceremonia de entrega de los premios ACE al periodista estadounidense David Lefkowitz, editor del tradicional Play Bill neoyorquino. Quién escribe, ofició de cicerone en su recorrido diario, para ver propuestas de la escena comercial, oficial e independiente de entonces. Descubrir la frondosa cartelera porteña le produjo un enorme asombro.
Es que Buenos Aires, comparte con New York, Londres, Paris y Berlín, el cetro de las grandes capitales teatrales del mundo.
Como señala la investigadora Carolina González Velasco, en su documentado libro “Gente de teatro: Ocio y espectáculo en la Buenos Aires de los años veinte”, el fenómeno puede rastrearse desde los albores del Siglo XX cuando en una sola temporada se vendían más de seis millones de tickets.
Con el paso del tiempo, a pesar de la aparición de la TV y otras opciones de entretenimiento, el desarrollo y crecimiento, no se detuvo. Era habitual encontrar estrenos de grandes dramaturgos como Samuel Beckett, Edward Albee o David Mamet, casi al mismo tiempo que en sus países de origen. Además de la actividad privada hay una política de apoyo fomentada desde organismos como Proteatro y el Instituto Nacional del Teatro que, en el circuito denominado off, incluye subsidios de apoyo a la existencia de los espacios e incentiva la realización de producciones en ese auténtico semillero teatral.
Ahora, el flamante lanzamiento de la plataforma Vivo, por acuerdo suscripto entre editorial Perfil y la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET), termina de dar visibilidad a este gran fenómeno.