No a las torres
Un proyecto inmobiliario en una plaza de Villa Ortúzar generó rechazo en el barrio.
Primero
la casona apareció tapiada. A los pocos días, un cartel de permiso de obra anunciaba su demolición. En dos semanas fue un hecho. Los vecinos se enteraron que aquella antigua construcción, que algunos hasta creían ocupada, será (gracias a un fideicomiso de la empresa Ykonos Desarrollos) un edificio de seis pisos con penthouse y “vista a la plaza”. Desde adentro de la plaza.
La Malaver es una de las dos manzanas verdes de Ortúzar, por eso en el barrio la noticia cayó como un yunque. “Creíamos que esto iba a pasar en 10 años”, asegura Paula Salischiker a NOTICIAS. Ahora, junto a otros frentistas libran una batalla con la mira puesta en que el Gobierno porteño revea la situación del lote y, eventualmente, lo expropie para agrandar la plaza.
CEMENTO. “Es espectacular desde el punto de vista inmobiliario, desde el vecinal es un horror: es todo lo que no queremos. En nuestra plaza se ve apenas sale el sol en CABA, y lo mismo al atardecer”, plantea Salischiker, fotógrafa e integrante de “Somos La Malaver”, una organización vecinal en defensa del patrimonio arquitectónico, natural e histórico del barrio.
En ese camino confluyen con “Somos de Ortúzar”, otro grupo que realizó un mapeo de las propiedades en venta y proyectos de edificios en curso: son 81 y 56 respectivamente. En la Malaver el caso es llamativo: además de algunas casas expropiadas hay otras, en lotes privados, dentro del mismo predio. “La vista del edificio será hermosa, pero vos estás en la plaza tomando mate y va a haber alguien mirándote desde el edificio. Es preocupante por el precedente que puede crear en el resto de los lotes”, advierte.
Intercalados los públicos y privados, resultaba imposible para el Estado ampliar la plaza. “Es la oportunidad perfecta para que compren una de las pocas casas privadas que hay: la propuesta es que el Gobierno la compre al fideicomiso y no se haga la torre”, explica Salischiker. Para la propuesta se basan en antecedentes de otros vecinos que lograron impedir este tipo de construcciones.
LEGALIDAD. El Gobierno porteño insiste en que la demolición es legal, y también la construcción del edificio, sobre todo tras la reforma del Código Urbanístico en 2018. En las últimas semanas se debatieron excepciones, y los vecinos piden que “tomen este caso como tal, favoreciendo al barrio. Lo que necesita la ciudad son más espacios verdes y el terreno se puede anexar en la plaza”, insiste Salischiker y concluye: “Si venden todo y hacen edificios te obligan a irte, por más que te guste el barrio. Sería bueno que eso no pasara”.