EL MÁS ODIADO
Por primera vez, desde que llegó a la Corte Suprema, Horacio Rosatti comienza a mirarse como un hombre con ambición de poder. Y como tal, los enemigos comienzan a notarse. Ya en sus primeros días en el máximo tribunal del país se ganó el odio de Mauricio Macri que lo había llevado hasta ese lugar por decreto. En su libro, "Primer tiempo", Macri afirmó que se había arrepentido de nombrarlo juez de la Corte porque falló siempre en contra de su gobierno.
Dentro del Palacio de Tribunales despertó la inquina de su la época de Menem. En esa ley, oh casualidad, el presidente de la Corte Suprema tiene que presidir el Consejo”, agregó.
Ya con la crisis desatada, Graciana Peñafort escribió en Twitter: “En mi opinión, si Rosatti diese una entrevista en pelotas, tendría más dignidad de la que está demostrando en este momento”.
No solo son espadas legales de Alberto y Cristina, también son espadas mediáticas.
BACKSTAGE. Hubo un blooper que dejó a un camporista fuera del bloque de senadores K. El kirchnerismo había armado el listado poniendo de un lado a los senadores que responpar Ricardo Lorenzetti, que cada tanto busca volver al lugar que supo tener.
Y ahora, Rosatti se ganó el desprecio del kirchnerismo por haber fallado contra la ley que había impulsado Cristina Kirchner sobre el Consejo de la Magistratura. Ese odio de diferentes actores de la política y la Justicia colocan a Rosatti en un lugar de atención permanente y su nuevo rol lo convierte en uno de los dían a gobernadores, con el formoseño José Mayans como presidente de bloque, y del otro lado a los legisladores que respondían a Cristina con Juliana Di Tullio como jefa. Pero del lado de CFK también quedó Mariano Recalde, que ya es consejero de la Magistratura, por lo que tuvieron que mandarlo al otro bloque para poder nombrar al rionegrino Martín Doñate. Puede fallar.
En Diputados la negociación fue más dura, porque el Gobierno no tiene quórum y la jugada del Senado ya había caído mal, por lo que los radicales no estaban muy abiertos a ceder. Al final mandó otra vez el pragmatismo y aceptaron que fuera la radical Roxana hombres más poderosos del país. No solo preside el máximo tribunal, sino que ahora estará al frente del Consejo de la Magistratura, que entre sus facultades tiene la de administrar el presupuesto del Poder Judicial, también define las ternas de los jueces que concursan para cargos vacantes e impulsa las denuncias contra los magistrados. Es decir que está en todas las ventanillas. Este superpoder es la principal crítica que le hace el Gobierno. “Si se apela el resultado de un jury –que lo hace el Consejo de la Magistratura–, al final del día tiene que resolver la Corte y entonces todo va a ser inválido porque está la Corte dentro del Consejo”, sostuvo Vilma Ibarra en el diario Perfil. La pelea promete más capítulos.
Reyes para evitar trabas a la hora de tomar juramento a los nuevos consejeros. ¿Si aceptan a la radical, por qué no aceptarían al kirchnerista?, se autoconvencieron.
Cuando se envió la nota a la Corte Suprema, desde el oficialismo del Congreso dejaron entrever que estaban molestos con la situación. Argumentaron que aceptaban enviar dos representantes nuevos “con el fin de evitar un desequilibrio completamente irregular” que “agrave aún más la situación institucional”. Estaban enojados.
La discusión recién comienza y en el Gobierno estiman que esta batalla ya está perdida. Ahora la energía está puesta en noviembre, cuando se vence el mandato de los actuales consejeros. ¿Qué planes tiene el oficialismo para ese entonces? En esas mesas de discusión estarán las amigas Vilma Ibarra y Graciana Peñafort.