Reflexiones sobre una isla
“Una imagen para soñar” de Victoria Verlichak. Ediciones ArtexArte, 48 pgs., $ 1500.
La pintura “La isla de los muertos” es una de las obras más famosas del artista suizo Arnold Böcklin y “representa a una figura envuelta en blanco, de pie junto a un ataúd en un bote a remo, que se aproxima por tranquilas y oscuras aguas a una islita rocosa presidida por altos cipreses”, según la descripción de Victoria Verlichak en su libro “Una imagen para soñar”. Debido al éxito del cuadro, el pintor hizo cinco versiones entre 1880 y 1886. La versión que se encuentra en la Alte Nationalgalerie, en la Isla de los Museos de Berlín, es la que inspira a Victoria Verlichak -periodista cultural y crítica de Arte de NOTICIAS- a escribir “Una imagen para soñar”. La autora descubrió la obra en ese museo en 1994 y, desde esa época, conserva una postal pegada con una chinche en uno de los estantes de su biblioteca.
En este breve relato, Verlichak superpone diversas tramas a partir del cuadro de Böcklin. El libro es la historia del pintor nacido en Basilea en 1827, pero también la narración del nacimiento de la obra y las repercusiones que tuvo en su tiempo y en décadas posteriores a su aparición. Por ejemplo, Hitler tenía una versión de “La isla...” colgada en su despacho de la Cancillería y Lenin aparece en una fotografía delante de una reproducción del cuadro. Freud y Jung la mencionan en sus trabajos y poetas, cineastas, músicos y hasta creadores de videojuegos, la citan en sus creaciones. El libro es también una radiografía de Berlín y el relato de las visitas que Verlichak hizo a la ciudad, desde los tiempos en que el muro la dividía, hasta la actualidad. En esta geografía, el texto adquiere el ritmo de una deriva que va de la lengua a la situación política de Alemania y de la tradición de artistas e intelectuales germanos, a la actividad cultural después de la caída del muro. La misma deriva del viajero que deambula en una urbe excepcional, surcada por los rastros y los hitos de un pasado doloroso.
“La isla de los muertos” es, finalmente, una reflexión sobre el duelo y la trascendencia. Con gran sutileza, Verlichak asocia la obra a las muertes cercanas que la afectaron en los últimos años: la de sus padres, su hermana y su marido, el periodista Pepe Eliashev.
Encantador y profundo, “Una imagen para soñar” es una memoria propia (la foto de Nicolás Trombetta -gentileza de The Praxis Journal- la retrata detrás de la postal en la portada) pero también una reflexión sobre los modos en que el arte replica y resume las vidas de todos.