Ante casos de infertilidad
Desarrollada por científicas argentinas, ya logró nacimientos en los Estados Unidos.
No había nada más romántico en el mundo. El mar, el sol y una vegetación única vestían la isla griega donde Aristóteles y Pitias (bióloga y pionera de la embriología) disfrutaban su luna de miel. Como era de esperarse a la pasión se le sumó el genio. Mientras descubrían nuevos caminos encontraron la piedra basal de la ciencia. “Poseemos conocimiento científico de una cosa sólo cuando conocemos su causa”, dejó asentado Aristóteles para la posteridad.
Encontrar entonces las causas profundas de los diversos fenómenos es lo que debe guiar a todo científico. Sin embargo, muchas veces las necesidades prácticas o las mismas presiones sociales hacen que las causas se dejen de lado. En el caso de la fertilidad, el fuerte deseo de las parejas por conseguir su bebé ha hecho que la industria médica se focalice más en lograr el resultado que en buscar las causas subyacentes. ¿Cómo tener un bebé? Es una pregunta que le gana a ¿por qué no se puede embarazar? Y es así como mediante hormonas y tratamientos invasivos se busca lograr el embarazo olvidándose de indagar más sobre las causas que lo impedían.
CLAVES. Hay dos palabras que están cambiando la medicina para volver al sendero de las causas y no quedarse sólo en apagar síntomas. Por un lado, está el estudio profundo de la microbiota. “Se trata del conjunto de virus, hongos, bacterias y parásitos que conviven en nuestro cuerpo formando diferentes ecosistemas, llamados microbiomas, en nuestra piel, colon, nariz, vagina y otros lugares. Estos microbiomas son parte de nuestro organismo y cada vez se descubre más cómo influyen en nuestra salud”, comenta Soledad Mayol directora médica de Microgénesis.
El tema es sumamente complejo ya que por cada célula del cuerpo hay hasta el triple de integrantes de la microbiota que a su vez se dividen en miles de especies. Ver cuáles son las especies más relevantes y cuando y por qué necesitan equilibrarse y cómo ello repercute en diferentes enfermedades es un tema de gran importancia en la investigación médica actual.
La otra palabra son los miRNAs o microARNs, pequeños trozos de ARN que provienen tanto de los genes de las células como de las bacterias y demás integrantes de la microbiota. Los MicroARNs tienen la capacidad de interferir en las proteínas que producen el ARN mensajero sea potenciando o disminuyendo sus efectos. Diversos avances científicos demostraron la presencia de microARNs extracelulares estables que circulan en diversos fluidos corporales. Cada
uno de estos MicroARNs tiene su firma genética propia y una vez identificados reciben un nombre para estudiar sus efectos. Ya se identificaron mas de 2.000 microARNs y en cada célula humana hay alrededor de 68 microARNs interactuando.
“El descubrimiento de cientos de microARN, procedentes de diversos organismos del microbioma junto a ensayos de sus efectos en nuestro cuerpo determinaron que los microARNs desempeñan funciones importantes en temas como el crecimiento celular, la diferenciación, la apoptosis, la respuesta al estrés, la respuesta inmunitaria y la secreción de glucosa”, aclara Mayol.
En el caso de la fertilidad, y mientras era investigadora del CONICET, Gabriela Gutiérrez identificó causas provenientes de la inmunología de la reproducción en casos complejos; aquellos que fallan repetidamente en los tratamientos de fertilidad asistida. A partir de esta experiencia y de investigaciones realizadas sobre la microbiota y los microARN pudo ofrecer una nueva forma de tratar los casos de fertilidad sean complejos o no.
Para ello junto a quien fue su estudiante de doctorado Agustina Azpiroz fundaron Microgénesis gracias a aportes de un Empretecno (un instrumento organizado desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología para promover el desarrollo de empresas de base tecnológica) y de GridX un fondo de inversión para empresas de biotech de Latinoamérica. El objetivo era lograr un tratamiento que sea del tipo de “medicina exponencial”, aquellos que pueden escalar globalmente. “Microgénesis es referente porque pudieron ir a Estados Unidos, recibir fondos de IndieBio basada en San Francisco, y además salieron del prototipo para hacer medicina de última generación. Esto que en la pandemia era un sueño ahora ya no sólo lograron embarazos, sino que hay bebes nacidos en Estados Unidos a partir de una tecnología creada en la Argentina. Es algo inédito. Estos son los casos en donde vemos que la ciencia tiene impacto y queremos fomentar”, dice Matías Peire CEO de GridX.
INVESTIGACIÓN. El grupo de científicas del CONICET identificó cómo la presencia o ausencia de ciertos marcadores vinculados a la microbiota puede estar relacionada con la infertilidad en un trabajo que publicaron en la revista especializada American of Reproductive Immunology. En su estudio detectaron que las pacientes con infertilidad mostraban una menor riqueza bacteriana que las que formaban parte del grupo de control y no tenían problemas para concebir.
Para diseñar el estudio, las investigadoras tuvieron en cuenta las afecciones inflamatorias crónicas que se han asociado a malos resultados reproductivos: la subfertilidad puede
tratarse controlando los procesos inflamatorios y autoinmunes. Además, observaron que ciertos trastornos gastrointestinales se relacionan con la infertilidad y la pérdida recurrente del embarazo.
Pero tratar una inflamación con un corticoide no es lo mismo que encontrar su causa y evitar la inflamación donde esta se genera sin utilizar drogas. Ese fue el desafío en el que se embarcaron las investigadoras.
"Teniendo en cuenta el historial clínico de nuestros pacientes y los resultados obtenidos durante el estudio, creemos que un desequilibrio de microorganismos a nivel intestinal se asocia a una alteración de la barrera intestinal, lo que provoca la entrada de antígenos inmunogénicos extraños y la activación del sistema inmunitario de la mucosa. La alteración de la barrera epitelial inflamada está relacionada con la sobreexpresión de microARN, que son moléculas que regulan la expresión génica y podrían viajar por el torrente sanguíneo y dirigirse al sistema reproductor", señalan en su estudio.
Una vez que identificaron cuáles son los microARN que se pueden encontrar en la vagina y el potencial problema reproductivo que señalan patentaron su descubrimiento en Estados Unidos, y se dedicaron a sintetizar 15 años de experiencia en esta disciplina en un único test. Las científicas combinaron estudios específicos de sangre, saliva y un hisopado vaginal en una solución que la propia paciente puede realizar desde su casa y que ofrece una nueva herramienta para identificar desequilibrios en el microbioma que afecten al sistema inmunitario de los pacientes con infertilidad. Esto permite diseñar e implementar dietas personalizadas, suplementos nutraceúticos y probióticos que favorezcan las condiciones para el embarazo y el parto.
Un tema disruptivo fue que la pandemia los ayudó a pensar de otra forma. Entonces la persona entra a la web de Microgenesis donde tiene su consulta gratuita y a partir de eso decide si se hace el test, y tras obtener los resultados recibe el tratamiento. Sin salir de su hogar.
EXPERIENCIA. “El tratamiento también está disponible en Argentina y en Estados Unidos hay disponibles tecnologías para el análisis sanguíneo que nos permitieron desarrollar una solución donde la paciente evita dirigirse a un laboratorio”, explica Gabriela Gutiérrez, CEO de Microgénesis. En la startup buscan adelantarse a que los casos se conviertan en casos difíciles que requieren alta complejidad, pero también han logrado éxito con los casos que vienen fracasando en varios intentos de reproducción asistida.
Desde Connecticut Robin Rose, que aplica el tratamiento a sus pacientes, comenta: “Tuvimos un caso muy difícil con Gina, que además es científica, ya tiene 42 años con falla ovárica precoz y antecedentes familiares de cáncer. Por eso sus óvulos fueron congelados en 2017 y uno fue viable. Con niveles hormonales propios de la perimenopausia muchos ginecólogos le dijeron que nunca podría quedar embarazada. Después de 30 días del tratamiento de restauración de Microgenesis pudimos transferirle embriones y logramos embarazarla. Quedamos todos muy emocionados”.
El camino de la fertilidad siempre ha sido complejo. Para transitarlo se requiere un ingrediente fundamental: ese que a veces con los años y sus desavenencias las mismas parejas olvidan, incluso las que tienen hijos, y no se dan cuenta que ellos son la materialización de la primera de todas las causas. Ese amor, a veces perdido, otras veces oculto, pero siempre tan necesario.