Inseguridad: sensación y realidad
El violento l ataque de d un grupo de d colectiveros al ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni sigue atizando la discusión pública a medida que pasan los días. No solo llama la atención que el funcionario y su jefe, el gobernador Axel Kicillof, acusaran a la oposición por un presunto complot, sino también que ningunearan el problema verdadero, el de la inseguridad creciente que golpea cada vez más a la Provincia y al resto del país. Los colectiveros de la línea 620 que trompearon a Berni -en lo que pudo terminar en tragediaestaban allí a su vez para reclamar por la muerte de un compañero de trabajo, asesinado durante un robo a su unidad en La Matanza.
La ola de delitos no se detiene, los colectiveros siguen sumando episodios de violencia a diario, pero las autoridades le escapan al tema. Porque, además de señalar a la oposición por una supuesta “emboscada” detrás de la golpiza, Kicillof y Berni intentaron explicarles a sus críticos que la inseguridad bajó. El gobernador habló de un descenso de 20 por ciento en la cifra de homicidios dolosos durante su gestión, lo cual se sumaría a una baja similar de la tasa de delitos prevenibles, los que se producen en las calles. Pero lo cierto es que el propio Berni ha dicho en declaraciones no tan lejanas que las estadísticas de estos últimos tres años -pandemia y escasa circulación mediante- no pueden compararse con las del 2019. Además, las encuestas, como la que por estos días realizó la UBA, señalan que la inseguridad sigue siendo, junto al problema de la inflación, el principal reclamo que la sociedad le hace a la política. Según el estudio de la UBA, ocho de cada diez encuestados creen que el delito crecerá en los próximos seis meses en vez de disminuir.
Contrariando el famoso aforismo de Aníbal Fernández, la inseguridad es mucho más que una sensación.