Tapas japonesas al paso
Yuzu. Paraguay 3521, Palermo. Sin reservas. De martes a sábados desde las 19. @yuzu.izakaya. Precio promedio: $ 3.000.
Hay una serie en Netflix, Cantina de Medianoche, que en cada capítulo narra la visita de distintos comensales a una barra de comida al paso, o izakaya, en Tokio. Las historias y personajes son entrañables, la comida es muy tentadora, pero es el espacio donde todo sucede lo que le da un aire único de intimidad a la serie. Esa misma sensación se tiene al entrar en Yuzu, el nuevo proyecto del sushiman Edgar Kuda. La barra -aquí también hay tatamis-, la media luz, la cocina abierta y las deliciosas minutas de inspiración japonesa, nos transportan a un Buenos Aires distinto.
Inútil temerle a lo desconocido. La fusión con lo argentino es parte del plan, y se evidencia en platos como el Milasando, que no es otra cosa que un sándwich de milanesa de bife de chorizo; la Gyonada, una cruza de gyosa
(esa empanadita japonesa cocida al vapor) y empanada, rellena de humita con base de queso crocante; y la Potato Salad Japanese Style, una simple, sabrosa y particular ensalada de papa y huevo onsen (tipo poché).
También platos que ya hemos incorporado a nuestra cultura, como el ramen y los baos -en realidad coreanos- esos adictivos sandwichitos en pan al vapor. Todo tiene su versión vegana y vegetariana, de hecho ése fue uno de los objetivos de Kuda: incorporar opciones basadas en hongos y plantas al clásico menú japonés, más bien carnívoro. El coliflor frito es uno de los imperdibles del menú y le recomendamos probarlo le guste o no el coliflor, porque se va a sorprender.
Para el frío que se avecina, hay platos más suculentos, como el kare de lentejas o curry japonés; el bowl de tofu picante; el mix de hongos, porotos negros y huevo; milanikkei (milanesa de carne) y tonkatsu (milanesa de cerdo), ambas al plato.
Tienen buenos tragos, como el Ume & Soda (con licor de ciruela ume) y el Matcha Tonic, servidos en chopps para que duren toda la comida. Además tienen una buena selección de sakes y cervezas japonesas. Si quiere postre y café puede ir a San Café, pegadito a Yuzu, también propiedad de Kuda.