“Para controlar la inflación hay que retomar las reformas y hacer las que no se hicieron”
El
académico de la universidad norteamericana Yale y ex-presidente de México participó del encuentro anual “All Members Meeting” de REF y OutObox AG Ltd. y se refirió al escenario económico-social existente en Argentina y América Latina. El académico de Yale, Ernesto Zedillo, afirmó que Argentina no está condenada a “normalizar” las altas tasas de inflación que sufre y señalóque en el resto del mundo se está controlando tanto la inflación post-pandemia como la de las alzas en el costo de energía por la invasión rusa a Ucrania.
El ex presidente de México afirmó: “Los índices inflacionarios han estado mejorando como resultado de políticas monetarias que, desde mi punto de vista, han sido las adecuadas”. “Hace unos meses podíamos escondernos de la marea alta de la inflación. La verdad es que la marea va a bajarse y vamos a quedar desnudos los que no hayan sido exitosos, como es el caso de Argentina” opinó al momento de referirse a nuestro país. En el marco de su disertación en el “All Members Meeting” de REF y OutObox AG Ltd, organización que reúne a funcionarios del sector público, militantes, sindicales y empresarios a nivel local, el ex presidente de México afirmó que para combatir este flagelo, Argentina debe retomar estrategias que ya intentó, pero no quedar a medio camino y realizar las reformas pendientes. En ese sentido, enfatizó la importancia de la tenencia de reservas en un Banco Central independiente, y la eliminación del déficit fiscal de forma creíble y sustentable, entre otros aspectos.
El académico agregó que la inflación no se resuelve con “artificios”, como dominar o esconder las cifras, ni tampoco con otros artificios como usar el tipo de cambio o usar un sistema de múltiples tipos de cambio: “Los artificios acaban haciendo más grave el problema”.
Por otro lado, Zedillo, mencionó las ideas que se han practicado en el pasado para romper la inercia inflacionaria, como el caso del sistema de convertibilidad en los 90, y enfatizó que los mecanismos para frenar la inflación son el éxito de los programas de otras acciones en el ámbito fiscal y monetario. “Si tú pones la casa en orden, entonces lo demás no será fácil pero podrá funcionar”.
En relación a una eventual dolarización, se manifestó escéptico, especialmente si no es precedida por las reformas de fondo, y sostuvo que un sistema cambiario unificado y libre es el mejor sistema cambiario para América Latina: “¿Vamos a tener la capacidad y el estómago para hacer las
otras cosas que hay que hacer para validar un sistema de tipo de cambio fijo como dolarizar? si la respuesta es no, entonces no lo hagan”, afirmó. América Latina y el escenario internacional
A lo largo de su ponencia, Ernesto Zedillo explicó que lo que une a los latinoamericanos es “el tener enfrente circunstancias internacionales de altísima complejidad que hará difícil el camino por delante para que los países retomen el desarrollo”.
En este sentido, agregó que Latinoamérica vive en una interdependencia en lo comercial y en la inversión, pero que también esa interdependencia vino con oportunidades para el desarrollo: “Un ejemplo de esto es el fenómeno contemporáneo de China, que con un increíble dinamismo creció tanto en tan poco tiempo” y esto ayudó en la recuperación económica de países como Argentina.
Zedillo explicó que el mundo se está moviendo nuevamente de un sistema basado en reglas y ciertos principios hacia un sistema en el que el poder económico y militar son los que deciden los resultados de lo que sucederá en los próximos años: “Esto es importante que América Latina lo tenga en cuenta por las brechas que genera”.
En el mismo sentido, sostuvo que una vez más la región se encuentra en “otra década perdida” y que “hemos fallado en la convergencia para cerrar esa brecha”.
Zedillo sostuvo que la región no ha alcanzado la convergencia por los proceso internos que se han vivido en los países de los “viejos y nuevos populistas” y por los “altos grados de polarización” que no dejan retomar y completar aquellas reformas que se hicieron en los años 90 y “ahora son atacadas como las culpables de todos los males, por lo cual es una absoluta falacia”.
Asimismo, el académico destacó que para alcanzar tal convergencia se deberá emprender en una nueva etapa bajo condiciones internacionales que podrán ser complejas.
Finalmente, afirmó que la interdependencia de la globalización tendrá consecuencias que limitarán el desarrollo y el crecimiento, pero lo “más grave que puede llevar es la erosión de la paz mundial que incluso está pasando con la invasión de Rusia al territorio de Ucrania”.