Y le sacó Viruta...
Diego Vera lo tiene alquilado a River: el gol de ayer fue el cuarto que el punta le marca a la Banda.
No fue un gol más para él. Tampoco para Independiente. Y menos aún para Gabriel Milito. En definitiva, la palomita de Diego Vera se transformó en el triunfo que apaciguó las aguas turbulentas en el Libertadores de América y le estiró el crédito a su entrenador. Y lo cierto es que también fue un grito que se le está haciendo costumbre al delantero uruguayo de 31 años: es el cuarto que le convierte a River, el primero con la camiseta del Rojo aunque traía tres de su paso anterior por Estudiantes de La Plata (dos por Copa Sudamericana y uno por el torneo doméstico). En lo personal, ese testazo que besó la red fue como una especie de desahogo. Y si no lo gritó es porque hay un por qué. El delantero fue silbado por la gente en la caída con San Lorenzo (1-2) y por eso el técnico prefirió resguardarlo y mandarlo al banco de suplentes en el clásico frente a Racing (0-3). Aunque la coyuntura de Independiente lo puso en aprietos a Gaby Milito, quien finalmente tomó la decisión de mandarlo otra vez ayer en la ofensiva junto a Germán Denis, y vaya que Vera terminó cumpliendo. Así, Independiente encontró un poco de calma entre tanto silbido y reprobación. Y para Viruta, su tercer grito en lo que va del campeonato le sirvió también para ganar en confianza y para continuar con su racha positiva frente a los de Núñez. Me Vera volver...