“QUIEREN GANAR DE GUAPOS”

Pochi, sonriente, lo vive como un clásico y se imagina un choque duro. “Pero esto es fútbol y les vamos a dar batalla, cómo vamos a arrugar”.

Cristian Chávez se ríe, hace bromas, vuelve a sonreír con las preguntas que escucha y también con sus propias respuestas, busca ser cuidadoso con lo que manifiesta, le recuerda a Roberto Leto cuando en Boca le decían “Francella” y lo chicanea con que ahora lo llaman “Antonio Ríos, por el sombrero y porque canta”, confiesa que prefiere a Lito (Costa Febre) por encima de Leto, y vive todo como un superclásico...

“Soy de Boca, mi familia y amigos son de Boca, y siempre le quiero ganar a River. Es así. Y más ahora, en los cuartos de final de la Libertadores”, sostiene. “Mis compañeros me preguntan cómo es jugar en el Monumental porque yo jugué ahí. Sabemos que Ponzio y Maidana van a salir a apretar, que nos van a querer ganar de guapos, los chicos ya lo saben, pero esto es fútbol, cómo vamos a arrugar. Vamos a darles batalla”, desafía. “Sabemos la movida que están haciendo. Muestran los partidos que remontaron, pero cuándo van a mostrar los que fueron a la cancha de River y los dejaron afuera”, saca pecho. “Venimos como si estuviéramos 0 a 0. Sé que vamos 3 a 0, aunque no tiene nada que ver. En el fútbol todo es posible y ellos por ahí pensaban que era fácil”, avisa.

Por televisión, en radio o con medios escritos, con hinchas con los que se cruza, durante el entrenamiento en la Bombonera o el reconocimiento al Monumental, Pochi se muestra tal cual es. Acepta que en Boca “di todo lo que podía dar” y que “viví un sueño, fui campeón y disfruté cada día”. Y revela el post berrinche al ser reemplazado en el partido de ida y mostrar su fastidio a toda América. “Me había preparado desde el partido con Mineiro y quería hacer un gol. Estuve mal. Después me llamó Martín (Palermo) para corregirme un par de cosas y me dijo que me disculpara con el entrenador. Y lo hice ahí nomás, está todo bien, siempre hacemos chistes. No quería salir. Era un cuartos de final de Libertadores y enfrente estaba River, pero él vio algo mejor para el equipo y está perfecto lo que hizo”.

Esta nochecita será nuevamente un aguijón a las espaldas de Ponzio, como en Cochabamba. “Vamos a hacer nuestro partido. Quiero que esto pase rápido y darle una alegría a mucha gente, je. Y no es una presión, hay cosas peores. Además, vivimos un sueño y nos tocó River. Estamos en la fiesta y hay que bailar”.